Luego de haber mantenido la ventaja durante el encuentro de ida en el Estadio Azteca, Cruz Azul viajó a Montreal para encarar el partido definitivo de los cuartos de final en la Liga de Campeones de la Concacaf. En ambos cotejos, Uriel Antuna se ha consolidado como el jugador con el mejor desempeño al ser el autor de los dos goles de la serie. Sin embargo, el anotado en el Estadio Olímpico de Montreal destacó por su alto nivel de dificultad.
Luego de la lesión de último minuto que relegó a Jesús Corona a la grada del estadio, Juan Reynoso tuvo que improvisar su cuadro. Sin embargo, Uriel Antuna se mantuvo firme como delantero lateral por la derecha. La confianza de haber anotado el gol de la ventaja en el Coloso de Santa Úrsula fue suficiente para volver a iniciar el encuentro.
Aunque su presencia en el área rival se notó desde los primeros minutos, el Brujo no fue capaz de abrir el marcador. Incluso, falló una clara oportunidad de gol ante el arquero al minuto 14. Al notar la imprecisión, el estratega peruano indicó el cambio de carril al medallista olímpico, movimiento que originó la jugada del segundo gol en el marcador global.
Segundos antes de que finalizara el primer tiempo, Montreal intentó salir jugando en su media cancha. Sin embargo, un pase mal ejecutado fue recuperado por Juan Escobar. El defensor avanzó unos metros y sirvió un pase filtrado para Ángel Romero. El paraguayo avanzó unos metros mientras los hombres en el área se movilizaban.
Santiago Giménez corrió hacia el manchón de penal para distraer a los zagueros y lo consiguió. Su movimiento permitió a Uriel Antuna una posición cómoda para recibir la esférica. Antes de que tocara el césped, el Brujo acomodó su cuerpo y disparó una potente volea con la pierna derecha que se incrustó con fuerza en la red. El arquero no alcanzó a moverse debido a la premura del ataque.
El árbitro determinó el fin de la primera mitad algunos instantes después de que un reducido sector celeste en la tribuna del recinto deportivo coreó el primer gol del encuentro. Para el complemento, los canadienses intentaron descontar en el marcador, pero sus esfuerzos no tuvieron resultados favorables sino hasta el minuto 79.
Presionados por la obligación de anotar tres goles para clasificar a la semifinal, debido a la regla de gol de visitante, los canadienses buscaron sorprender al guardameta de La Máquina. Mientras la zaga se preparaba para defender un tiro de esquina, los jugadores locales movieron el balón sin demorar demasiado y se adelantaron a la oportuna reacción de los defensas.
Joaquín Torres envió un preciso centro a media altura a la zona del área chica. Sebastián Jurado intentó rechazar con los puños, pero Rudy Camacho anticipó y remató con la cabeza. El marcador parcial se empató a un gol por bando, aunque los pupilos de Wilfried Nancy no pudieron superar la inclinada cuesta.
Con las acciones globales en dos goles por uno, los de La Máquina dieron un paso más hacia la disputa de un torneo intercontinental. Juan Reynoso se encuentra a dos series de ganarse el derecho de asistir al Mundial de Clubes en representación de la Concacaf, aunque antes de ello deberá conocer y superar a su rival en la ronda de semifinales.
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