Todo está listo para que comiencen a rodar los neumáticos en Bahréin. El próximo 20 de marzo los pilotos volverán a posicionarse en la parrilla para dar inicio a un nuevo Mundial de Fórmula 1, el cual promete más espectacularidad producto de las innovaciones en los monoplazas y los nuevos reglamentos.
Todas las escuderías han metido mano a sus vehículos buscando mejorar el rendimiento de la edición pasada. Sin embargo, algunos equipos fueron más allá, poniendo el ojo hasta en el más mínimo detalle.
Es el caso de Red Bull, que durante las vueltas de prueba en la pretemporada de Bahréin expuso un su obsesión por tener todo bajo control y expuso un llamativo filtro “anti espías” en el volante de Max Verstappen.
El video compartido por la Fórmula 1 en sus redes sociales reveló una curiosidad en el monoplaza del neerlandés mientras establecía el mejor tiempo de vuelta (1:31.720). Es que el equipo austríaco decidió implementar una cubierta polarizada en la pantalla del volante para que los rivales que estén viendo la transmisión oficial en directo no puedan ver los datos que aparecen en ella. El medio especializado Card and Drive reveló este detalle y definió a este accesorio como un “filtro anti-espías” para dejar en claro el puntilloso trabajo de las escuderías para tener todo bajo control.
Durante la carrera, los encargados de la televisación suelen utilizar la cámara on board que prácticamente ofrece una imagen del piloto conduciendo en primera persona. En ella, generalmente se pueden ver las manos del protagonista sobre un volante con una pantalla que revela datos importantes como la marcha del vehículo, la carga de la batería y el balance de los frenos, entre otras métricas que pueden servir para analizar a los rivales.
Si bien para los aficionados menos experimentados pasan desapercibidos, evidentemente las escuderías no estaban a gusto con esto y Red Bull encontró la manera para evitar compartir información sensible con sus competidores con este filtro. Si bien permite que el conductor vea en su pantalla los datos, las estadísticas que expone el volante son completamente ilegibles para la cámara ubicada en el vehículo.
Su rival directo, Mercedes, también destapó algunos trucos y secretos durante sus últimas pruebas previas al inicio del campeonato. En este caso, se trataría de un cambio en los pontones o sidepods, ubicados en el lateral del vehículo y que cumplen una función importante en lo que respecta al uso del alerón trasero.
Una de sus principales funciones es la de redirigir el flujo de aire desde el eje delantero al trasero y aumentar la velocidad. Según informó The Sun, se pudo comprobar que el equipo alemán optó “por desacoplar su estructura de impacto lateral del pontón”, al mismo tiempo que le agregaron un “nuevo conjunto de aletas en el borde” para canalizar el flujo de aire.
Una reforma que generó debate en el ambiente pero que el director técnico de F1, Pat Symonds, se encargó de aclarar que era algo legal, comparándolo con una tecnología de industria aeroespacial. “Este es un enfoque muy novedoso. Me gusta ver interpretaciones novedosas. Debo decir que no es una que esperaba ver. Y todavía estoy realmente impresionado por la forma en que están haciendo pasar el aire para enfriar el auto”, declaró a Sky Sports.
“Creo que habrá hecho que sus rivales vuelvan al libro de reglas con su lápiz rojo y vean lo que han hecho. Creo que el Mercedes, tienen algunos pequeños trucos que los ayudan en este sentido”, agregó.
Finalmente, el director general de la F1, Ross Brawn, también se pronunció sobre el tema: “No hay duda de que el concepto de Mercedes no lo anticipamos. Es una interpretación muy extrema del reglamento e inevitablemente habrá mucho debate”. Sin embargo, Lewis Hamilton planteó un escenario un tanto dramático de su monoplaza que abrió el debate: ¿realidad o estrategia para desorientar? “Por el momento no creo que estemos compitiendo por victorias”, afirmó.
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