El 12 de marzo la Premier League anunció la destitución oficial del magnate Roman Abramovich como cara principal del Chelsea en el marco del paquete de sanciones que Europa le ha impuesto a empresarios vinculados a gobierno de Vladimir Putin por los ataques de Rusia a Ucrania. En ese contexto, el club inglés, que aún tiene permiso para seguir compitiendo, se ha visto impedido de vender tickets, fichar nuevos futbolistas, renovar contratos, vender merchandising, entre otras medidas. Por eso, se han iniciado las gestiones para que el equipo londinense sea adquirido por un nuevo propietario.
Desde que las sanciones al ruso Abramovich comenzaron en Reino Unido, varios posibles compradores surgieron al advertir un negocio fructífero. El hecho de que esté en venta el último campeón de la Champions League y uno de los animadores de la Premier tienta a cientos de inversores. Es así que el sitio Daily Mail informó que ya existen más de 200 interesados en adquirir a los Blues.
“Parece ser un proceso de ‘oferta de bolsa’ similar al de un evento de boxeo por el título mundial”, aseguró al sitio británico Stephen Taylor Heath, director de derecho deportivo de JMW Solicitors. “En tal escenario, la entidad bancaria que maneja la venta, el grupo Raine, literalmente llevaría a cabo un proceso de subasta y anunciaría al postor ganador”.
La fecha límite para presentar el interés formal es el viernes 18 de marzo. Para ese entonces, quien quiera comprar al Chelsea no sólo deberá presentar una oferta, sino además deberá demostrar que cumple con una serie de requisitos establecidos por el propio club. “Se les pedirá a los postores que proporcionen una carta de prueba de fondos, una lista completa de asesores, un plan de negocios y un cronograma de finalización para acompañar sus ofertas”, señala el sitio que revela que Marina Granovskaia, una de las caras visibles del conjunto inglés, está prestando asesoría para los posibles compradores.
“También se les pide a los compradores potenciales que brinden sus motivaciones para la oferta y un informe detallado sobre los antecedentes de todos los inversores”, indica el portal que anticipa que, quien se quede con el club, deberá respetar los contratos de todos los empleados actuales de la institución y cumplir con todos los compromisos contractuales y obligaciones financieras vigentes.
A su vez, la compra deberá ser aprobada por el gobierno británico por lo que fondos vinculados a estados podrían tener complicaciones. Por ejemplo, la adquisición del Newcastle por parte de un grupo saudí aún se sigue debatiendo en la Premier League, por lo que de tratarse de un inversor similar, esa oferta podría descartarse.
Vale aclarar que Abramovich, propietario del Chelsea desde 2003, es señalado por el gobierno británico de haber recibido beneficios financieros del Kremlin y además de ser uno de los magnates que en la actualidad colabora económicamente con la invasión de Rusia a Ucrania. Por eso, el Chelsea buscará cerrar su venta a empresarios con un perfil diferente al de su actual dueño para evitar conflictos futuros de esta índole.
Entre los más de 200 posibles compradores, se destaca un consorcio dirigido por el estadounidense Todd Boehly, copropietario del club de béisbol Dodgers de Los Ángeles. El Daily Telegraph escribió que el hombre de negocios ha transmitido su oferta a través del banco Raine, situado en Nueva York. También se destaca el millonario suizo Hansjorg Wyss, de 86 años y fundador de la empresa de material médico Synthes, según informó el diario suizo Blick.
Según el Financial Times, otro millonario estadounidense, Josh Harris, también contempla presentar una oferta. Antiguo dirigente de los fondos de inversión Apollo Global Management, ya está presente en el fútbol inglés, como copropietario del club Crystal Palace, por lo que necesitaría desvincularse de ese equipo, también situado en Londres. Otro que expresó su interés es el millonario turco Mushin Bayrak.
Mientras tanto, ante la falta de liquidez provocada los la congelación de Abramovich, el Chelsea pidió este lunes al gobierno británico que autorice la venta de entradas: “Pedimos al gobierno que permita a nuestros aficionados poder acceder a las entradas”, indicó el equipo en un comunicado. “Ha habido reuniones a diario para encontrar una solución. También la Premier League y la FA (la Federación Inglesa de Fútbol) discuten igualmente con el gobierno las cuestiones de integridad deportiva provocadas (por esta situación) si no se autoriza a los aficionados a asistir a los encuentros”, añade el club en el texto.
Por el momento, el gobierno colocó al club con una licencia especial tras la batería de sanciones tomadas contra el oligarca ruso que impide al Chelsea, y por extensión a Abramovich, generar nuevos ingresos. La licencia ya ha sido modificada a la inicialmente implantada, con un aumento del límite de gastos para los días de partido que ha pasado de las 500.000 libras (655.000 dólares) a 900.000 libras (1,178 millones de dólares). Además, la venta se concretará siempre y cuando el oligarca ruso no se vea beneficiado con la misma.
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