En cada presentación de la selección argentina, el público espera para deleitarse con una nueva actuación de Lionel Messi. Y los allegados al plantel albiceleste que giran como satélites a la concentración el Predio de la AFA en Ezeiza, aguardan por una oportunidad para quedarse con un souvenir. Como siempre y desde hace años, el objeto más preciado y buscado es la camiseta número 10 con el apellido del capitán argentino. Esto le genera un trabajo extra al personal de utilería.
En una entrevista con Prime Video de Inglaterra, Emiliano Martínez dio detalles de la cantidad de casacas que la marca de indumentaria que viste a la Selección tiene que acercar hasta la zona de estampado, con los números 1 y 0, más las letras M, E, S (doble) e I, para satisfacer los pedidos de los compañeros, miembros del cuerpo técnico, dirigentes, auxiliares, staff y hasta el propio Messi.
Cada vez que lo llaman para una convocatoria en la Selección, Dibu pide al menos una camiseta con la 10 de Messi porque es la que todos quieren: “Un día pregunté cuántas camisetas de Messi tiene que hacer por partido y me dijeron que entre 200 y 300 para todas las personas que le piden”. A pesar de la grandeza e idolatría que genera el rosarino, la cifra no deja de sorprender.
“Jugamos dos partidos internacionales e hicieron 650 camisetas de Messi listas para usar. La quieren los sponsors, jugadores, staff, técnicos, todos. Es una camiseta de Messi”, apuntó el marplatense que desde hace rato se ganó la titularidad en el combinado nacional y pasó a ser uno de los más requeridos para autógrafos y fotos, detrás de Lionel.
Cuando le consultaron cuántas camisetas con su nombre le pedían, Martínez fue modesto: “Creo que hicieron solamente dos en todo el año. No, en realidad hay muchos chicos que usan la de Dibu, el apodo que me pusieron de chico. Especialmente los niños más pequeños”. Y reveló: “Antes de esta temporada fui a Argentina, llamé a mi papá para salir a pasear a algún lado y vi como a 5 ó 6 niños pequeños de entre 6 y 9 años usando la camiseta de Martínez. Eso es lo que me gusta ver, no quiero ver a un adulto con mi camiseta, quiero ver a los chicos más pequeños con mi camiseta”.
Entre Martínez y Messi se formó un lazo inquebrantable desde el año pasado. Emiliano mandó a hacer una pintura del abrazo que los retrata a ambos en uno de los momentos cúlmines de la Copa América.
Dibu pasó a ser ídolo nacional desde que fue héroe en la tanda de penales por las semifinales ante Colombia, justo antes de la conquista argentina en el estadio Maracaná de Río de Janeiro frente al dueño de casa. “Cuando voy a Argentina, no puedo caminar por la calle. Todos los nenes, de verdad, están diciendo ‘¡Dibu, Dibu!’”. A pesar de haberse ido muy chico a Inglaterra, el arquero de la Albiceleste siente los colores en serio: “Es loco pensar en la presión que tiene Argentina cuando juega. Jugar un solo partido con la Selección es como jugar 54 con Aston Villa. No puedo explicar la presión que sientes”.
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