Días después de los lamentables acontecimientos en el Estadio de la Corregidora, los Gallos Blancos de Querétaro fueron autorizados para continuar con su participación en el Grita Por la Paz Clausura 2022, aunque bajo condiciones específicas. De esa forma, realizaron el viaje al estado de Aguascalientes para enfrentar al Necaxa, lugar donde el arquero Washington Aguerre declaró acerca de las sanciones al club y la incertidumbre que vivieron en el plantel.
“Es triste que por un par de hinchas que no fueron a disfrutar del futbol, sino otra cosa, tenemos que pagar nosotros, pero debemos agradecer que seguimos con trabajo, que seguimos. Nosotros los jugadores somos el ejemplo dentro y fuera de la cancha y así tiene que ser”, aseguró ante los medios de comunicación en su llegada al hotel de concentración en Aguascalientes.
Y es que los disturbios irrumpieron con la normalidad habitual del torneo de futbol mexicano. Cuando el encuentro se encontraba en el minuto 62, el silbante del encuentro hizo sonar su ocarina con desesperación para frenar el trámite del encuentro y permitir el ingreso de aficionados a la cancha ante los actos de violencia que inundaron las tribunas. En ese momento la mayoría de los jugadores se congregó en las bancas pero Aguerre contrastó.
En medio de la presencia de aficionados en el rectángulo verde, el arquero de los Gallos trató de tranquilizar a los seguidores de su club para evitar la escalada en las trifulcas. Las cámaras de televisión captaron sus intentos por disuadir las provocaciones, pero después de algunos minutos incrementó el número de personas en el césped, por lo que la situación se volvió incontrolable.
Las escenas le dieron la vuelta al mundo gracias a los videos que algunos aficionados lograron grabar en las tribunas. En los materiales se observaron escenas donde grupos de aficionados del equipo local, principalmente, se arremolinaban en torno a los aficionados rivales para golpearlos hasta dejarlos inconscientes. El escándalo dio pie a especulaciones sobre el destino del Club queretano y muchos expertos insinuaron su desafiliación como castigo.
La primera medida inmediata impuesta por la Liga MX fue la suspensión de los partidos de la jornada 9 programados para el domingo 6 de marzo. Sin embargo, se notificó la realización de una sesión extraordinaria con la Asamblea de Dueños, donde se definirían las sanciones pertinentes ante los actos violentos. En dicho lapso de tiempo, el rumor sobre la desafiliación del equipo dirigido por Hernán Cristante comenzó a tomar fuerza.
“Nosotros estábamos esperando la sanción, primero para saber qué iba a pasar con nosotros. Sabíamos bien que estábamos con incertidumbre, íbamos a entrenar pero no sabíamos si íbamos a seguir participando en la Liga. Concienticemonos de que estas cosas no pueden volver a pasar”, aseguró.
Por el contrario, las autoridades optaron por decretar el veto del Estadio de la Corregidora durante un año, así como prohibir el acceso de todas las barras a encuentros en calidad de visitante. Los directivos fueron impedidos de realizar cualquier actividad relacionada con equipos afiliados a la Liga MX durante cinco años. En tanto, los derechos de la franquicia volvieron a sus propietarios originales con la condición de venderlos en un lapso no mayor a un año.
Así, en medio de la polémica, los Gallos arribaron al estado de Aguascalientes en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. El viernes 11 de marzo enfrentarán a los Rayos del Necaxa en un encuentro a puerta cerrada, según comunicó el equipo local, como gesto de solidaridad con los albiazules.
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