La venta del Chelsea ha quedado suspendida debido a las sanciones impuestas en Reino Unido al oligarca ruso Roman Abramovich, propietario del club de la Premier League, en represalia por la invasión de Rusia a Ucrania. El Gobierno británico ha anunciado que los activos de Abramovich quedan congelados, lo que afecta directamente a la entidad londinense que adquirió en 2003.
“Las restricciones de congelación de activos también se aplican a todas las entidades que son propiedad o están controladas por Roman Abramovich. Esto significa que el Chelsea Football Club está ahora también sujeto a una congelación de activos en virtud de las sanciones financieras del Reino Unido”, precisó el gobierno en un comunicado.
Además del bloqueo de activos, Abramovich no podrá ingresar en territorio británico y tendrá prohibido hacer cualquier tipo de negocio en suelo inglés por su “estrecha relación” con el régimen de Vladimir Putin. De esta forma, sus intenciones de desprenderse de los Blues se han visto abruptamente paralizadas y el futuro del club es una incógnita.
Según han informado diversos medios ingleses, el club con sede en Londres tendrá prohibida la venta de entradas para los partidos y sólo los abonados podrán asistir a Stamford Bridge para ver los partidos del equipo. En los partidos que sean fuera de casa, los hinchas del Chelsea tampoco podrán acceder a los estadios porque no podrán comprar boletos.
Todos los nuevos contratos de los Blues quedarán anulados, la venta de indumentaria deportiva en las tiendas oficiales del club quedará bloqueada y, según lo apuntado por los periódicos británicos, también quedan suspendidos los traspasos de futbolistas.
Nadine Dorries, ministra de Deportes de Gran Bretaña, dijo que el gobierno había emitido una licencia especial para permitir que el Chelsea pueda jugar sus partidos de la Premier League, pagar suelos a todos sus empleados (incluidos los jugadores) y permitir a los poseedores de boletos asistir a los partidos. “Sé que esto genera cierta incertidumbre, pero el gobierno trabajará con la liga y los clubes para que se siga jugando al fútbol mientras se asegura de que las sanciones lleguen a quienes tienen en la mira”, comunicó en las redes sociales.
Abramovich fue uno de los siete millonarios rusos a quienes las autoridades británicas congelaron sus activos este jueves, aunque Reino Unido ya ha aplicado este tipo de sanciones a más de 200 personas y entidades por sus vínculos con el Kremlin. Los castigos comprenden la congelación de los haberes, la prohibición de realizar transacciones con particulares y empresas británicas, como también la imposibilidad de viajar al país.
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