El tema tomó trascendencia mundial y las imágenes se viralizaron por los rincones del planeta. El gimnasta ruso Ivan Kuliak irrumpió en una serie de la Copa del Mundo de gimnasia artística con una “Z” improvisada sobre el pecho de su indumentaria, un símbolo de apoyo a la guerra que el ejército de su país desató en territorio ucraniano.
El atleta de 20 años realizó su actuación y luego subió al tercer peldaño del podio con la insignia en su vestimenta. Se mostró respetuoso ante el himno ucraniano que sonó para reconocer al ganador Illia Kovtun y luego evitó mostrarse cercano en la foto de los tres integrantes del podio. Mientras la polémica por el hecho recorre los medios internacionales, Kuliak ensayó una explicación sobre el tema.
“Nos dijeron que cubriéramos nuestra bandera. Eso hice”, declaró el gimnasta en su canal de Telegram según replicaron el diario francés Le Parisien y el español Marca. “Sólo quería mostrar de dónde soy, eso es todo y nada más. Nunca he tenido miedo de las consecuencias y no quiero hacer daño a nadie. Este signo ‘Z’ significa ‘por la victoria’ y ‘por la paz’. Los atletas ucranianos nos trataron mal, había que verlo para creerlo”, expresó el deportista.
Su irrupción en la serie de la Copa del Mundo que se celebró en Doha (Qatar) acentuó el debate sobre el significado de las letras “Z” y “V” que aparecen pintadas en varios vehículos militares de Rusia que están avanzando sobre el territorio ucraniano. Más allá de ser una identificación de los ejércitos, la “Z” se convirtió en una referencia para apoyar la avanzada rusa. El diario británico Daily Mail explicó que políticos, activistas y personas influyentes de Rusia lucieron este distintivo para mostrar su adhesión a la “operación especial” que impulsó Vladimir Putin en Ucrania. Aparte afirmó que se venden remeras con la “Z” en ese país.
“Ellos empezaron todo este movimiento político. Fue en respuesta a este comportamiento que me presenté con el parche en la camisa. Los ucranianos se envolvieron en su bandera y gritaron “Gloria a Ucrania” en el podio. Según el reglamento del concurso, esto no estaba permitido, pero nadie les dijo nada. También exigieron que se nos excluyera a los rusos, aunque no habíamos dicho ni hecho nada contra nadie”, aseguró Kuliak. La cadena rusa RT publicó una entrevista con el gimnasta quien habló sobre las repercusiones tras la viralización del hecho: “Intento no prestar demasiada atención a lo que ocurre a mi alrededor. No siento ninguna molestia en particular”.
En su cuenta de Instagram realizó un posteo en el que habló de su presentación deportiva: “No muchachos, no perdí el oro, gané el bronce”. En la misma prueba estaba su compatriota Aleksandr Kartsev, que no expuso ninguna insignia y simplemente portó un atuendo azul.
Lo cierto es que lo ocurrido en la competencia impulsó a la Federación Internacional de Gimnasia a solicitar a la oficina de ética que se le “abra un procedimiento disciplinario” al atleta luego de su “comportamiento impactante” en Doha. Al mismo tiempo, ya había definido que los deportistas, funcionarios y jueces rusos y bielorrusos no iban a poder participar más de las competencias autorizadas a partir del 7 marzo y hasta nuevo aviso.
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