Luego de la violenta jornada que sacudió el Estadio Corregidora el pasado sábado 5 de marzo, la Liga MX anunció las sanciones que tendrá el club Querétaro como consecuencia, entre las que se incluye el veto al inmueble durante un año para su afición, quienes no podrán ingresar para apoyar a su equipo.
Este es un nuevo capítulo de la historia negativa que tiene el complejo ubicado en la capital del estadio queretano, una que ha sufrido para mantenerse en el fútbol mexicano y que ha tenido que buscar todo tipo de recursos para poder consolidarse en la primera división.
Hasta en siete ocasiones el equipo que disputaba sus encuentros en el Estadio Corregidora tuvo problemas que derivaron en su descenso y su eventual desaparición o cambio de dueño, por lo que tras el nuevo conflicto, en los últimos días se recordaron las palabras de Jesús Galindo Zárate en el 2007, cuando el directivo de Gallos expuso que la razón de la “mala suerte” se debe a que el estadio fue construido sobre un panteón.
De acuerdo con un reporte presentado por ESPN en el 2014, Galindo Zárate explicó que en 1980, cuando los Atletas Campesinos ascendieron a la primera división del fútbol mexicano, el propietario le exigió al gobernador Rafael Camacho Guzmán la construcción de un estadio, bajo la amenaza de que se llevaría al equipo a otra ciudad.
Las negociaciones no fructificaron y el equipo disputó dos temporadas en el máximo circuito dentro del estadio Municipal de Santiago de Querétaro. Posteriormente el equipo se vendió al STPRM (Sindicato de Petróleos Mexicanos) y se llevó al estado de Tamaulipas, donde se creó el Tampico-Madero.
Después de este suceso y en vísperas del Mundial de México 1986, Rafael Camacho accedió a la construcción de un nuevo estadio; sin embargo, de acuerdo con el directivo de Gallos, escogió un terreno donde en el pasado se ubicaba un panteón y que incluso algunos mencionan que habría sido una decisión tomada de mala fe.
El Estadio Corregidora fue inaugurado el 5 de febrero de 1985 en presencia del presidente Miguel de la Madrid, siete meses antes de que el gobernador Camacho dejara su cargo, con la misión cumplida de haber construido un inmueble para la Copa del Mundo.
Esta es una historia que hasta el momento no ha sido confirmada de manera oficial; sin embargo, la mala fortuna que han tenido los clubes que juegan como local ha provocado la popularidad de la leyenda, pues en su césped se han consumado los descensos de varias franquicias.
Las Cobras de Querétaro comenzaron el mal rendimiento en 1987, cuando descendieron y el equipo terminó por desaparecer. El Atlante y Gallos Blancos también perdieron la categoría en 1990 y 1994; además de que el TM Gallos Blancos desapareció en 1995 tras consumar otro descenso.
El último descenso del Querétaro se dio en el 2013, cuando mediante la compra de la franquicia de Jaguares de Chiapas consiguieron permanecer el Primera División, sitio que estuvo nuevamente en riesgo este 2022 tras la pelea que se dio entre presuntos aficionados de Atlas y Gallos, quienes protagonizaron uno de los conflictos más violentos en la historia del fútbol mexicano.
Ahora el Estadio Corregidora tendrá que estar un año sin aficionados y la actual directiva del Querétaro tendrá un plazo de 365 días para vender nuevamente al equipo, en una ya acostumbrada sensación para sus seguidores más fieles.
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