El piloto de la escudería Red Bull Racing Sergio Pérez se volvió a pronunciar sobre el conflicto armado que acontece en el este de Europa entre Rusia y Ucrania. Esta vez, específicamente sobre las repercusiones que ello ha generado en el deporte y los atletas. El mexicano se dijo en desacuerdo ante que sean los representantes rusos, quienes paguen las consecuencias de decisiones políticas.
“Es difícil, es un tema muy sensible, pero creo que lo principal es que la mayoría de los rusos no están de acuerdo con lo que está pasando. Muchos deportistas, como todo el mundo, se han manifestado en contra de lo que está haciendo su líder, pero bueno, tristemente son las consecuencias”, comentó Checo para los micrófonos de Marca Claro.
Las declaraciones se dieron horas antes de hacerse oficial la salida del colega y piloto ruso Nikita Mazepin del equipo Haas junto a su principal patrocinador Uralkali, empresa también de origen en Rusia. No obstante, el escenario para Mazepin se vino complicando desde días antes con la prohibición de la Federación Británica de Automovilismo de competir en el próximo Gran Premio de Silverstone.
Y aunque la organización de la máxima categoría junto a la FIA determinaron que su participación en la temporada 2022 estaba permitida (siempre y cuando Nikita compitiera bajo una condición de neutralidad en cuestión de nacionalidad), finalmente fue la propia escudería estadounidense la que optó por romper todo vínculo de forma unilateral.
“Hoy en día el deportista ruso lo está pagando de cierta manera. No estoy de acuerdo con ello porque creo que el deportista no tiene la culpa de lo que está haciendo su presidente. Son tiempos muy difíciles. Lo principal es que es muy triste lo que está pasando a estas alturas, en pleno siglo XXI, es difícil de digerir”, sostuvo Pérez.
Las primeras repercusiones de la invasión de Rusia a Ucrania se volvieron realidad durante las pruebas de pretemporada que la Fórmula 1 realizó en Barcelona. Fue a partir del tercer día de actividades, viernes 25 de febrero, que Haas decidió quitar toda marca que hiciera alusión a la bandera de Rusia (decoración habitual) en el monoplaza y en el equipamiento de la escudería.
Según lo referido por Guenther Steiner, director del equipo, se trataron de medidas cautelares a la espera de una resolución definitiva. Algo que se ha confirmado ya, pues mediante un comunicado el conjunto estadounidense anunció su decisión, y se dijo sorprendido y entristecido por los ataques del ejército ruso en territorio ucraniano.
Otra de las consecuencias que se han presentado dentro del deporte fue la cancelación del Gran Premio de Rusia. El evento estaba planeado para llevarse a cabo entre el 23 y el 25 de septiembre próximo. No obstante, bajo el argumento de que las condiciones sociales y políticas no son las ideales para realizarse la Fórmula 1 decidió suspenderlo.
Y no quedó ahí. La organización decidió rescindir de su contrato con el promotor del Gran Premio, es decir, los planes de correr en territorio ruso hasta 2025 se vinieron abajo. El proyecto apuntaba a correr en el Circuito de Sochi hasta 2023 para después mudar la carrera a la ciudad de San Petersburgo (dos años). Durante el anuncio, la FIA señaló que Rusia no tendrá más carreras de Fórmula 1 en el futuro, sin especificar más.
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