Los dos hombres se mostraron siempre juntos. Y cuando The Associated Press les tomó una foto en la oficina de la alcaldía de la asediada ciudad de Kiev, en Ucrania, fueron inmediatamente reconocidos por los aficionados del boxeo. Vitali y Wladimir Klitschko, hijos de un general de división soviético y ex campeones de peso pesado, afrontan la pelea más dura de sus vidas.
En el mundo del pugilismo, cuando uno estaba en el cuadrilátero el otro lo asistía en el rincón. Ahora están peleando como nunca lo imaginaron. Y el premio en esta ocasión no es un llamativo cinturón, sino la supervivencia de su país. Vitali Klitschko encabeza la ciudad como alcalde de Kiev. Y su hermano menor es el segundo al mando.
“Defenderé a Kiev con las armas en la mano”, había dicho el alcalde de la capital ucraniana en una entrevista brindada a la agencia de noticias AFP. Es que el ex campeón mundial de boxeo de los pesos pesados, quien cosechó una carrera deportiva con 45 victorias (41 por nocaut) y dos derrotas se mostró dispuesto a cambiar su chaqueta por un uniforme militar cuando comenzó la invasión rusa a su país. “Me entreno siempre. Sigo en formación constante como ex oficial y jefe de la defensa territorial. Sé usar casi todas las armas”, fueron sus palabras cuando el conflicto bélico en el este de Europa comenzaba a gestarse.
“Entendemos que Rusia tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo”, pero “cualquier agresor tiene que saberlo: invadir Ucrania le generará un costo muy elevado, porque no nos rendiremos”, había enfatizado el ex deportista de 50 años, dos metros de altura y actitud enérgica.
El ex púgil nunca ocultó su decepción con Alemania, donde se entrenó como boxeador. Según su mirada, el estado germano “bloquea las entregas de algunas armas, previstas en el marco de la cooperación del país del este europeo con la OTAN”. “En un momento tan crítico, es difícil entender que no se entreguen armas o que Alemania bloquee las entregas de armas defensivas”, dijo el funcionario de Kiev, quien ejerce el cargo desde 2014.
Los hermanos Klitschko forman una formidable pareja, listos para hacer lo necesario para defender a su país. Hasta el momento esto no incluye el combate armado, pero ambos dejaron en claro que saldrán a pelear a las calles si es necesario. En una vasta comunidad boxística ucraniana, los protagonistas saben que no están solos.
El dos veces campeón olímpico Vasiliy Lomachenko, y que muchos consideran el mejor libra por libra del mundo, rápidamente voló a su casa desde Grecia para ponerse de inmediato el uniforme militar. Y lejos del cuadrilátero, ahora se destaca como miembro de un batallón de defensa. Incluso en su perfil de Facebook publicó una fotografía en la que se lo puede ver con un fusil de asalto colgando del hombro cerca de Odessa. El Batallón de Defensa Territorial Belgorod-Dnestrovsky está formado y armado”, decía el texto de la foto.
El actual campeón de los pesados también se sumó a la causa. Oleksandr Usyk regresó a su hogar desde Londres cuando se enteró de los primeros ataques de Rusia y en lugar de prepararse para una posible revancha ante Anthony Joshua, se entrena para luchar contra los rusos en su tierra natal.
Ambos posiblemente perderán millones de dólares: en el caso de Usyk, es la bolsa más grande de su carrera ante Joshua. Pero defender un título y defender un país son dos asuntos totalmente distintos. En las últimas horas, Usyk posó con un fusil automático, flanqueado por tres combatientes armados de la fuerza de Defensa Territorial de Kiev. Él es otro de los protagonistas que dejaron los guantes por las armas.
Todos son grandes púgiles con un gran legado en el cuadrilátero. Cuando Wladimir Klitschko peleó por última vez en 2017, se enfrentó en un emocionante combate con Joshua ante 90.000 personas en el estadio de Wembley en Londres. Y la gente aún habla sobre cómo Vitali Klitschko casi vence a Lennox Lewis en su enfrentamiento de peso pesado en Los Ángeles en 2003 y que terminó sólo porque el médico del ring detuvo la pelea debido a que el ucraniano ya no podía ver debido a la sangre que le cubría la cara.
Ninguno de los peleadores retrocedían con los guantes y no muestran señales de hacerlo ahora a pesar de las adversidades. Lamentablemente esto es la guerra y no el deporte. No hay árbitros, las reglas son pocas y confusas y las armas son letales. Aun así, cuando las fuerzas rusas continúan amenazando a Kiev, los hermanos intentan mantenerse animados. Sin embargo, Vitali Klitschko advirtió sobre una inminente crisis humanitaria porque se están acabando los suministros de comida y medicinas en su ciudad. “En este momento, la cuestión más importante es defender al país”, dijo el alcalde ante los micrófonos de la agencia AP.
Todos ellos se mantendrán alerta para una defensa histórica. Como lo hacen miles de ucranianos valientes. El coraje que están mostrando los ex boxeadores en este momento de alta tensión es muy superior a la que demostraban arriba del ring. Por sus antecedentes, no sorprende que estén a disposición para derramar su sangre defendiendo su país. Ellos son combatientes y están atravesando la pelea más importante de sus vidas.
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