El juvenil Carlos Alcaraz ganó su primer título ATP 500 este domingo al vencer al argentino Diego Schwartzman en el Abierto de Rio de Janeiro. A base de su velocidad, fuerza de derecha y mejor estado físico, el ibérico de 18 años obtuvo la corona en el principal torneo de tenis de Sudamérica, disputado sobre tierra batida en el Jockey Club Brasileiro.
En su segunda participación en el torneo carioca (había caído en octavos en 2020), Alcaraz se llevó el título con una victoria de 6-4 y 6-2 en una hora y 26 minutos de juego, ante un Peque que sufrió el desgaste de haber jugado una final hace una semana.
Es que el número 14 del mundo, que venía de eliminar a Francisco Cerúndolo en semifinales, había perdido la final del Abierto de Buenos Aires el 13 de febrero frente al noruego Casper Ruud. Esta vez, ante el español, tampoco pudo levantar el trofeo.
Schwartzman, que ganó 4 títulos (entre ellos el ATP de Río en 2018) y disputó 10 finales en su carrera, se había manifestado en la previa en contra dle ajustado calendario: “No dije nada en contra de ATP, ni de nadie. Dije que para hacer un buen espectáculo los dos teníamos que tener tiempo de recuperarnos. Estoy muy feliz, pero muerto de cansancio”, declaró tras clasificacarse a la final. “El trabajo que hago día a día, que no se ve, en el gimnasio, en mi casa alimentándome, al final sirve para cuando hay que jugar seis horas en un día poder ganar dos partidos. Todo el tiempo estaba pensando en eso. A veces el cansancio, es el cansancio y hace que cometas errores”, expresó en ese momento.
Alcaraz, de 18 años, ya había sorprendido al vencer (6-2, 2-6, 6-2) al italiano Matteo Berrettini, sexta raqueta del mundo y gran favorito en Río, en dos horas y dos minutos. Tres horas más tarde de clasificarse, regresó a la cancha principal con la fuerza de su derecha intacta para eliminar al italiano Fabio Fognini (38), de 34 años y finalista en el Abierto de Rio de 2015.
Apodado el Nuevo Nadal, un mote al que le huye, se impuso en esa partida por 6-2 y 7-5 en una hora y 45 minutos, ya en la madrugada del domingo, para clasificarse a su primera final ATP 500. “No ha sido nada fácil jugar dos partidos en el mismo día, dos partidos muy duros contra grandes jugadores. Me he sorprendido a mí mismo por aguantar tanta exigencia en un mismo día. Estoy súper emocionado”, apuntó antes de la gran final.
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