Aunque la carrera de Saúl Álvarez ya gozaba de amplia popularidad en 2017, la pelea que entabló en contra Gennady Golovkin representó un punto de inflexión debido a la resistencia que impuso el boxeador de Kazajistán. Luego de que en el primer careo los jueces decretaron un empate, en la revancha realizada al año siguiente la mayoría de las tarjetas favorecieron al mexicano. Sin embargo, GGG considera que el resultado fue injusto y producto de un fraude.
En medio de los rumores que señalan la posible trilogía de peleas, el kazajo participó en el podcast Walking The Floor, de Chris Shiflett, donde recordó las dos ocasiones que enfrentó al pugilista tapatío. La pelea ha sido una de las más reñidas en la historia del boxeo por la calidad que demostraron ambos personajes, aunque Golovkin condenó que el resultado no le haya favorecido en ninguna de las ocasiones.
“Creo que gané esas dos peleas y no hay manera en que cambie mi opinión. Hay gente que es feliz creyendo que pasó lo contrario (su derrota), pero me da igual. Sí me enfureció el resultado un poco, porque en esos momentos era la pelea más grande en el mundo”, declaró en el espacio radiofónico.
La pelea entablada el 16 de septiembre de 2017 fue una de las más esperadas en el mundo del boxeo. Hasta ese momento, el récord de GGG estaba compuesto por 37 peleas invicto en el ámbito profesional. Además, era el campeón en peso mediano por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB), así como la Organización Internacional de Boxeo (OIB).
En el lado contrario, el Canelo Álvarez se presentó a la reyerta con mayor amplitud en su camino recorrido. De las 51 peleas que había realizado, 49 habían sido victorias, así como con un empate y una sola derrota padecida ante Floyd Mayweather. De igual manera, las contundentes victorias ante Liam Smith, Amir Khan, Julio César Chávez Jr. y Miguel Cotto pusieron altas expectativas sobre sus hombros.
En el primer episodio, los dos púgiles demostraron su gran calidad y experiencia en los encordados. Los pronósticos en favor de cada uno de ellos eran refutados round tras round debido al parejo nivel. Finalmente, con la incertidumbre sobre el resultado definitivo, los boxeadores fueron sorprendidos al escuchar el similar veredicto de cada uno de los jueces.
Descontentos con el resultado, las esquinas planearon la revancha para el siguiente año. Golovkin pudo entablar otra pelea, que ganó por nocaut, antes de volver a enfrentar al tapatío, por lo que confió en su desempeño. Sin embargo, en un encuentro igual de cerrado, los jueces fueron protagonistas de la polémica al presentar tarjetas con puntaje de 118-110 y 115-113 a favor de Canelo Álvarez, así como una con empate en 114-114.
En esa ocasión, el único inconforme fue Golovkin, así como todos los seguidores que apostaron a su victoria y la respaldaron con su actuación en el ring. Lejos de pactar una tercera exhibición para que el kazajo tuviera la oportunidad de recuperar las fajillas que perdió, el mexicano puso la mira en otras categorías de peso como supermediano y semipesado. Cabe mencionar que la única defensa que realizó en las 160 libras la concedió a Daniel Jacobs.
“Ver que la gente pudo salirse con la suya con ese fraude de resultado hace que uno empiece a preguntarse qué está pasando en verdad. Comienzas a ver el boxeo no solo como un deporte, sino como un negocio. Esto definitivamente cambió mi perspectiva como peleador”, fue su opinión acerca de la supuesta manipulación en el resultado de las peleas.
A cuatro años de haberse enfrentado, Canelo y GGG podrían volver a verse las caras en el ring. El mexicano habría recibido una propuesta de Eddie Hearn para una pelea por los cinturones de peso supermediano en mayo o septiembre de 2022, aunque el tapatío enfatizó que la decisión no ha sido tomada.
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