Es difícil encontrar un punto en común entre un ganador de una medalla en un Juego Olímpico de Invierno y uno de los clubes más importantes del fútbol argentino. Sin embargo, en la última edición que se está llevando a cabo en Beijing se encargó de juntar las dos temáticas gracias al tercer puesto que consiguió el estadounidense Alex Ferreira, hijo de Marcelo quien supo vestir la camiseta del Millonario.
Con una puntuación de 86,75 se colgó la presea de bronce al quedar por detrás de Nico Porteous y David Wise en la prueba de halfpipe masculino. No es la primera vez que se sube a un podio ya que en Pyeongchang 2018 consiguió una de plata en esquí acrobático. Con muy poco español dentro de su vocabulario, el atleta olímpico recordó la influencia que tuvo su padre a la hora de transmitirle la competitividad.
“Mi papá jugó con River Plate en Argentina, creo que solo uno o dos partidos. De ahí viene la mentalidad deportiva que tengo. No conozco a nadie al que le guste tanto competir como a él. Y yo soy muy similar”, contó en una entrevista con AFP. Y agregó sobre la trayectoria profesional de su padre: “Se fue a Estados Unidos cuando tenía 22 o 23 años. Le he preguntado varias veces por qué se fue. Me explicó que iba a jugar en un club de categoría menor en París. Y el día antes de viajar cambió de idea y se fue a Estados Unidos con un billete de veinte dólares en el bolsillo”.
Marcelo tuvo un gran recorrido en la MISL (Major Indoor Soccer League) que comenzó en 1982 jugando para el New York Arrows para luego tener pasos por Phoenix Pride y New York Express en un ciclo que continó hasta 1987. En ese momeonto, pasó al New Jersey Eagles de la American Soccer League. Por el lado materno también hay raíces alrededor del deporte: Colleen Delia corrió diez maratones, dirige un centro de hidroterapia en Colorado y sigue siendo velocista en carrera de relevos hasta en la actualidad.
“Adoro el soccer, por supuesto. Me gusta el Chelsea en este momento. Y claro, me gusta River Plate. Mi papá estuvo allí. En Europa, además del Chelsea, también me gusta el Borussia Dortmund. Nunca he estado en un partido de fútbol y estoy ansioso por ir a uno. Bueno, solo fui una vez fui a ver a los Colorado Rapids”, comentó el atleta de 27 años en los 20 grados bajo cero que ofrecio Zhangjiakou en la jornada del sábado.
Además, reconoció que estuvo en las tierras de su progenitor en varias oportunidades. “He estado en Argentina cuatro veces, pero la última fue hace diez años. Es bastante tiempo. Voy a dentro de poco a ver a mi abuelo, que se está haciendo viejo. Tal vez aprovecharé este viaje para ver un partido de fútbol en Argentina”, explicó.
Para cerrar, describió todo lo que le pasó por la mente al subirse al podio en un Juego Olímpico: “Estoy en el éxtasis. Sólo estar en el podio es increíble. Fue un concurso difícil con unas duras condiciones, por lo que compartir podio con mi compañero Dave y un amigo como Nico es una verdadera alegría. Parece irreal. Los que trabajan más duro van al podio y David es un gran amigo. Es una buena persona. Nico también es un buen amigo. Los dos me inspiran en mis competiciones”.
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