El talento y la capacidad de Juan Martín del Potro para competir frente a los mejores jugadores del planeta es indiscutible. El ganador del Abierto de los Estados Unidos 2009 le plantó cara al tridente más importante en la historia del deporte: Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic. Además, tuvo memorables encuentros frente a Andy Murray que fue el más cercano en meterse en este selecto grupo de talentosos. En la mente de todos los argentinos y amantes de la raqueta siempre quedará una duda: ¿Qué hubiera sido de la carrera de la Torre de Tandil si no se hubiera lesionado?
El ex tenista y hoy periodista, Mathieu Aeschmann, se encargó de crear un universo paralelo donde planteó una hipótesis que tuvo una pregunta como punto inicial. “¿Cómo hubiera sido la carrera de Juan Martín del Potro, quien se despidió del tenis en Buenos Aires, si no lo hubiera traicionado un cuerpo indigno de su talento?”, comenzó en el medio de su país natal Le Matin Dimanche. El ensayo llamado ‘La vida onírica del gigante de cristal’ trae a la mente la enorme figura del circuito que hubiera sido el tandilense.
“Del Potro derramó sus últimas lágrimas como tenista en la noche del martes, en el fervor nostálgico de un court central Guillermo Villas que cantó para retrasar la fecha límite. El ‘gigante gentil’ trató de ocultar sus ojos rojos, sopló su grip por última vez. Pero el corazón se había ido. Mientras el ‘Big Three’ sigue postergando el retiro y la lógica, su máximo rival, el que habrá arbitrado su carrera por los récords durante doce años, ha optado por abandonar el ruedo. Lega un golpe de derecha de una brutalidad incomparable, siete títulos de Grand Slam, una medalla de oro olímpica, una Copa Davis y canciones como sólo los argentinos pueden inventar. El primer número 1 del mundo de la albiceleste, ‘Delpo’, seguirá siendo, sobre todo, el único hombre que le ha ganado a Roger Federer en la final de Wimbledon (2012), a Rafael Nadal en la final de Roland Garros (2013) y a Novak Djokovic en la final del Abierto de Australia (2016). El tríptico del tenis imposible”, redactó el periodista llamando a la emoción de todos sus lectores.
Sin embargo, la realidad es que Juan Martín nunca ganó esa cantidad de torneos grandes y el escritor buscó volver a poner los pies sobre la tierra. “Es hora de hacer las paces con tu memoria. Casi todo lo anterior nunca existió. Del Potro ha levantado solo un trofeo de Grand Slam. Fue en septiembre de 2009 en Nueva York. Llevado por la temeridad de sus 20 años, había pegado entonces su mayor paliza a Rafael Nadal (6-2, 6-2, 6-2) antes de recuperar finalmente una desventaja de dos sets ante Roger Federer. Cuatro meses después, su muñeca derecha cedió”, rememoró.
Mathieu le pidió ayuda a un especialista en cine, Antoine Cassé, para poder seguir armando la utopía. “Probablemente no habría llegado a los 20 títulos de Grand Slam como los tres monstruos, pero podría verlo con cinco y diez trofeos”. El argentino Pablo Minutella también se sumó a la discusión que planteó el suizo. “A salvo de las lesiones, creo que Juan Martín habría ocupado el puesto número 1 por al menos dos razones”, inició el colega para presentar su punto de vista de por qué la Torre podría haber tocado el máximo ranking del cirtuito del tenis.
Y se explayó: “Primero, porque le gustaban los grandes partidos. El desafío y la adversidad siempre han sacado lo mejor de él. Luego, la forma en que se adaptó al revés tras las operaciones de la muñeca izquierda, mejorando el golpe con slice y luego cambiando el gesto a dos manos, demuestra lo consciente que era de sus posibilidades y la fuerza para superarlas. Sin embargo, la capacidad de adaptación es fundamental para llegar a lo más alto”.
Para entender el momento de éxito de Juan Martín hay que elegir un lugar cronológico donde los protagonistas del Big Three no estén en un nivel superlativo al nivel de considerarlos imbatibles. “Sin dudas hay que descartar la legendaria temporada 2010 de Nadal y los dieciocho meses ‘cósmicos’ de Djokovic entre 2015 y 2016. Pero el argentino tenía un perfil capaz de brillar en todos lados”, agregó Aeschmann.
Lamentablemente, la realidad es otra y las lágrimas que derramó luego de caer frente a Federico Delbonis en la primera ronda del Argentina Open fueron 100% reales. “La historia alternativa se escurre. La necesidad de comprender, de dar sentido a esta desgracia, nos recuerda incansablemente la verdad”, admitió el redactor. Y cerró de manera emotiva: “¿'Delpo habría sido tan inteligente y resistente con un cuerpo intacto? ¿Habría sido ‘La Torre de Tandil’ este monumento visitado y honrado por todo el público del mundo sin la compasión que despertó su destino?”.
SEGUIR LEYENDO: