Hoy, Los Angeles Rams y Cincinnati Bengals disputan una nueva edición del Super Bowl, la gran final del fútbol americano. Si bien en Estados Unidos se trata de la definición de uno de los deportes más populares de su historia y del gran evento deportivo del año, para gran parte de los amantes del deporte representa un espectáculo de enorme magnitud, pero de una difícil interpretación del juego. La dificultad de sus reglas y la lejanía cultural pueden lograr que el desconcierto sobre lo que sucede en el campo se imponga en muchísimos hogares.
Una gran parte de la audiencia “extranjera” posiblemente mire la mitad del encuentro sólo para esperar al show que llevarán a cabo los grandes representantes del rap y el hip-hop en el descanso, o para tratar de espiar los millonarios estrenos comerciales de las empresas más grandes del mundo. Pero habrá pocos, muy pocos, que intentarán entender el juego.
Por eso, Infobae confeccionó una guía básica de diez reglas para ayudar a aquellos voluntariosos que pretendan seguir el partido y disfrutar del mismo.
Cuánto dura un partido, cuándo cambia la posesión de la pelota, cuántos puntos se ganan con un Touchdown, cómo se desempata o qué rol cumple el reloj son algunos de los parámetros determinantes en el desarrollo de cualquier partido de la NFL.
Duración
Cada partido de fútbol americano consiste en cuatro parciales de 15 minutos cada uno.
Cantidad de jugadores por equipo
Cada equipo cuenta con once jugadores en cancha para cada jugada y hay un total de 53 jugadores disponibles para entrar en juego en el momento que se los requiera. A diferencia de la mayoría de los deportes, en el fútbol americano existen un equipo de ataque, otro compuesto íntegramente por diferentes jugadores para la defensa y hay una tercera variante, llamada “equipos especiales”, en la que existe una mezcla de ambos y es utilizada para los tiros de campo y las patadas de inicio.
Quarterback, el “enganche” de la NFL
El puesto más importante de un equipo de fútbol americano es el del quarterback (también llamado mariscal de campo en partes de Latinoamérica). Se trata de quien toma todas las decisiones ofensivas de su equipo. Es el único del ataque que mantiene un diálogo directo con el entrenador, es el que ordena las jugadas de ataque al resto del equipo y es el que decide en qué ocasión pasar el ovoide vía aérea o dárselo a un “corredor” para ganar yardas.
Receptores y corredores
En ataque, hay dos tipos de jugadores clave. Por un lado los receptores, quienes son los que corren alrededor del campo sin la pelota a la espera de que el quarterback les dé un pase y así su equipo pueda ganar yardas. Por otro lado, existen los corredores, quienes parten desde atrás de la formación de su equipo, el quarterback les da la pelota de mano en mano y tratan de penetrar la defensa rival con el objetivo de ganar la mayor cantidad de yardas posibles.
Touchdown, el “gol” del fútbol americano
El principal objetivo de anotación en el fútbol americano es el denominado “touchdown”, que consiste introducir el ovoide en la zona de anotación del equipo rival, ubicada en cada extremo del campo. A diferencia del rugby, donde la pelota se debe apoyar en el suelo, en este deporte se considera touchdown cuando la pelota ingresa en su zona, siempre y cuando su portador haya apoyado antes sus dos pies dentro de la cancha.
Puntos
Cada touchdown tiene un valor de 6 puntos y brinda la oportunidad de una jugada adicional. Se puede apelar a un tiro de campo, con un valor de 1 punto o se puede intentar realizar otra jugada de Touchdown a tres yardas de distancia de la zona de anotación, con un valor de 2 puntos. Esta segunda posibilidad casi no es utilizada, debido a su dificultad de éxito. Generalmente apelan a ella equipos que tienen que descontar 8 puntos. A su vez, los tiros de campo (Field Goal) tienen un valor de 3 puntos.
También existe el caso del Safety, que representa la jugada en que un jugador es derribado con la pelota dentro de su propio campo de anotación. Cuando sucede eso, a su equipo se lo penaliza con dos puntos a favor de su rival.
Posesiones
Quizás se trate de la regla básica y elemental para poder seguir un partido de fútbol americano. El campo de juego está compuesto por 100 yardas. Dado que el objetivo es llevar la pelota al extremo opuesto, la clave para cada equipo es avanzar la mayor cantidad de yardas posibles con cada jugada.
En una posesión, cada equipo dispone de cuatro intentos para poder avanzar 10 yardas. Si lo consigue, ese contrato se renueva. Es decir, si al segundo intento se logró avanzar un total de 15 yardas desde el punto inicial, el equipo con la posesión vuelve a disponer de cuatro intentos nuevos con 10 yardas por delante y seguir con el ovoide en su poder. De tal modo, cuando se escucha que en la transmisión el relator dice frases como “primera y diez” o “segunda y cuatro”, significa el intento en cuestión y cuántas yardas le restan a un equipo para llegar a las 10 deseadas.
Al ver un partido habitual de la NFL, suele pensarse que los equipos disponen sólo de tres intentos para hacerlo y en el cuarto se sacan la pelota de encima con una patada lejana. El tema es que la mayoría de los equipos, al no poder avanzar esas diez yardas en sus primeros tres intentos, aprovechan el último para “despejar” y que el rival empiece el mismo mecanismo lo más lejos de la zona de anotación propia. Si un conjunto trata de lograr esas diez yardas en el cuarto intento (por más que sólo le falten dos yardas para conseguirlo) y fracasa, el rival iniciará la jugada siguiente en el punto donde se realizó esa jugada.
Reloj
El fútbol americano es uno de los deportes en los que el reloj cumple un papel más trascendental. La clave es que con el final de cada jugada no siempre el reloj se detiene, con lo cual los equipos pueden especular, y mucho, con el paso de los minutos. Con la pelota en posesión, un equipo dispone de 40 segundos para realizar cada jugada. Por lo tanto, en caso de que el rival no pueda detener el reloj, una posesión de cuatro intentos para avanzar 10 yardas le daría al menos unos 2:40 minutos con la pelota en su poder.
El reloj se detiene sólo cuando la pelota toca el suelo, ante alguna lesión, una infracción cometida o cuando el jugador que lleva el ovoide sale fuera de los límites del campo. Es decir, si un jugador es derribado dentro del césped, el tiempo seguirá corriendo y el equipo que defiende sólo podrá detenerlo con un tiempo muerto.
Cada conjunto dispone de tres tiempos muertos por cada mitad del juego (no son acumulativos). A su vez, tanto en el segundo como en el cuarto parcial, hay un tiempo muerto reglamentario a falta de dos minutos para el final de los mismos.
Kickoff
La patada de inicio consiste en un golpeo que hace uno de los equipos desde la propia yarda 35 hacia el fondo del campo rival. Un jugador del conjunto receptor atrapa el ovoide y debe correr hacia adelante la mayor cantidad de yardas posibles para que luego su equipo inicie la posesión desde el punto donde fue derribado. En caso de que la patada traspase la yarda 100 y el receptor decida no correr con el balón, sino apoyar su rodilla en su propia zona de anotación, su equipo comenzará la posesión luego en la yarda 20.
La patada de inicio se utiliza tanto en el comienzo del juego como en el inicio del tercer cuarto, sin importar en qué situación del juego se estaba en el final del segundo parcial. Por eso, durante los minutos finales del segundo cuarto, ambos equipos lucharán por quedarse con la última posesión de ese parcial. Un equipo que tiene asegurada la recepción en el tercer cuarto (es el que dio la patada de inicio en el primero), puede apuntar a finalizar el segundo parcial con un touchdown e iniciar el tercero con otro sin que su rival disponga de ninguna posesión.
Desempate
Si al cabo de los 60 minutos de juego, el partido continúa igualado, se deberá disputar un tiempo extra de otros 15 minutos. Antes de su comienzo, se realizará un sorteo para determinar cuál de los dos equipos es el receptor de la pelota. El equipo que anote el primer touchdown del suplementario ganará el juego automáticamente. Ahora, si en la primera posesión, un equipo logra finalizar con una anotación de campo, se le brindará al rival la oportunidad de al menos intentar igualarlo en su posesión siguiente. De fallar, se le dará por perdido el partido. En caso de que el suplementario finalice empatado, se disputarán la cantidad de tiempos extra necesarios hasta que se quiebre la paridad.
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