El biatlón de 10 kilómetros de persecución de los Juegos Olímpicos de invierno tuvo una escena que encendió las alarmas alrededor del mundo cuando la deportista noruega Ingrid Landmark Tandrevold se desplomó instantes después de cruzar la meta en el 14° lugar.
La atleta de 25 años, que había finalizado en el octavo puesto de los 15 kilómetros individuales y en el quinto del sprint 7.5 kilómetros durante la cita en Beijing, se encaminaba a obtener una medalla en la pista del Centro Nacional de Biatlón de Zhangjiakou pero en la última vuelta su cuerpo dijo basta.
“Ingrid trató de seguir a Elvira y apenas llegó a la meta. Estaba exhausta, muy decepcionada pero no inconsciente. Se ha estresado, ahora está comiendo y bebiendo. Supongo que es el frío y la altitud”, declaró el médico del equipo noruego según replicó la cuenta oficial de la International Biathlon Union (IBU). La referencia era sobre la sueca Elvira Oeberg, que llegó en el segundo lugar y se ganó la medalla de plata. Las otras preseas se las repartieron entre las noruegas Marte Olsbu Roeiseland (oro) y Tiril Eckhoff (bronce).
Ingrid estaba camino a una medalla ya que marchaba en el tercer lugar durante el tramo definitorio, pero en esos metros finales su salud se deterioró y cayó sorpresivamente poco después de cruzar la meta ya como 14ª competidora. Rápidamente fue asistida y trasladada a un lugar donde la atendieron para descartar cualquier complicación de gravedad. “No sé nada más que ella está despierta y es supervisada por médicos. Esto pone un freno a un oro y un bronce que no podemos celebrar mucho todavía hasta que sepamos cómo está Ingrid”, había dicho inicialmente el director técnico de la selección Per Arne Botnan, según replicó el medio noruego Nettavisen.
La calma llegó a través del médico del representativo noruego, Lars Kolsrud: “Ingrid se ha vestido y está sentada y comiendo y relajándose. Lamenta mucho no haber obtenido el puesto que esperaba. Estaba realmente noqueada y sacó todo, pero estuvo consciente todo el tiempo. Es una tensión tanto mental como física por lo que ha pasado ahora. Ella ha demostrado antes que puede reaccionar a la altura. Haremos un seguimiento más tarde”. La pista de Zhangjiakou está ubicada a unos 700 metros sobre el nivel del mar.
La deportista, que ya había tenido una experiencia en los Juegos Olímpicos invernales de Pyeongchang durante 2018, está anotada para formar parte de la salida masiva 12.5 kilómetros que se desarrollará el próximo sábado 19 de febrero aunque todo dependerá de su evolución médica tras lo acontecido. El detalle es que la noruega ya había presentado problemas luego de ser quinta en el sprint 7.5 kilómetros días atrás, aunque los medios locales aseguraron que también atravesó algunos temas de salud en otras competencias ocurridas en el 2019.
“Es una de esas cosas que tienes en altura cuando tienes muy poco oxígeno y tal vez te quedas sin un poco, entonces es difícil recordar lo que has hecho”, explicó al medio noruego NRK en su momento la experta en biatlón Liv Grethe Skjelbreid.
Cabe destacar que por las fuertes nevadas que cayeron en el lugar, esta carrera fue una de las pocas que se llevó adelante en la montaña porque se registraron cancelaciones o postergaciones de distintas citas de esquí. “Es probablemente una de las actividades más difíciles en las que he corrido. Las condiciones eran extremadamente lentas y la nieve era mucho más suave hoy, así que fue muy difícil”, expresó sobre las condiciones de la pista la medallista de plata Oeberg, según replicó Yahoo Sports.
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