La organización de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 en Beijing está rodeado de polémicas relacionadas al accionar del comité local en algunos aspectos. Hace pocos días, los focos se concentraron en el pedido de más de 30 deportistas por alimento en malas condiciones, la suciedad de las habitaciones y la falta de equipos para entrenar y de conexión a internet. La misma temática tuvo continuidad pero en palabras de la medallista de oro de Pieonchang 2018, Chloe Kim.
Apenas unas horas antes de que la estadounidense defienda su medalla de oro en la final halfpipe femenino, respondió a la pregunta de un periodista en conferencia de prensa para luego agregar de manera educada un inesperado pedido. “¿Capaz alguien tiene algún snack en sus bolsillos? Tengo mucha hambre. Es hora de almorzar”, explicó la talentosa joven que hizo reaccionar a todos los presentes en la sala de prensa.
A continuación los bocadillos comenzaron a aparecer sobre la mesa. Al instante le entregaron dos tipos diferentes de barras de cereal, mientras que un empleado del Genting Snow Park se retiró en busca de bollos suizos y galletas saladas. Esta no es la primera vez que la snowboarder de 21 años aparece en las noticias olímpicas relacionadas con la comida, ya que se hizo viral al twittear que estaba “hambrienta” mientras estaba en la cima de la pista en Pieonchang hace cuatro años.
Sin embargo no repitió la manera del reclamo y, en cambio, decidió pedir ayuda a los periodistas presentes que se tomaron a risa la situación. Si bien no fue una comida gourmet bajo ningún estándar, la idea de Kim pareció funcionar ya que se llevó varios bocadillos en sus bolsillos y mas tarde ganaría su segunda medalla de oro olímpica. La estadounidense fortaleció el dominio que tiene actualmente en la disciplina y se convirtió en la única mujer en la historia en ganar oros consecutivos en el evento invernal.
Dos 1080 y un puntaje general de 94.00 en la primera carrera de Chloe serían más que suficientes para mantenerse lejos de todas las demás retadoras en la final, incluso con tres intentos por persona. Con sólo 21 años, ya es posiblemente la snowboarder femenina más dominante que el mundo haya visto. Quien también llamó la atención a su manera fue la medallista de plata de este año, la española Queralt Castellet. Más allá de ser 11 años mayor que Kim, demostró que es posible competir al más alto nivel a los 30.
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