Con su enorme triunfo en el Australian Open, donde se convirtió en el actual máximo ganador de títulos de Grand Slam, Rafael Nadal atraviesa uno de los mejores momentos de su exitosa carrera. Esa victoria ante Daniil Medvedev tras comenzar dos sets abajo le ha permitido posicionarse sobre otras dos leyendas como Novak Djokjovic y Roger Federer, quien es protagonista de uno de los momentos más duros de su carrera.
Uno de los momentos que ha quedado grabado a fuego en la mente de Nadal fue esa final de Wimbledon del 2008 en la que el tenista suizo le puso cuesta arriba su consagración. Pese a terminar levantando el trofeo de campeón, Nadal todavía no olvida un punto perdido que le podía haber dado la victoria bastante antes del agónico quinto set.
“El punto más duro de mi carrera fue en la final de Wimbledon (2008). El que me viene más a la cabeza es el passing de revés que me pega Federer en el tiebreak del cuarto set”, reveló Rafa en una entrevista para Movistar+.
En su relato, el jugador mallorquín explica que pensó que tenía el punto ganado pero se encontró con una devolución magistral de Federer que lo dejó completamente devastado: “Era pelota de partido. Saco abierto, el resta un cortado de medio pelo en medio de la pista, que además me queda a buena altura con mi drive. Cuando estoy pegando la derecha, cosa que no me ha ocurrido nunca, estaba pensando: ‘He ganado Wimbledon’. Pego la derecha y ‘pam’, passing paralelo. Se me cayó el mundo encima”, reconoció.
Afortunadamente para él, pese a que terminó perdiendo ese tiebreak (10-8), Rafa Nadal logró llevarse la victoria final tras un agónico quinto set que acabó con 9-7 a su favor. Muchos especialistas consideran que ese duelo es uno de los mejores partidos de la historia del tenis.
Aquel 6 de julio de 2008 en el All England Club de Wimbledon, Nadal logró imponerse a Roger Federer por 6-4, 6-4, 6-7 (5), 6-7 (8) y 9-7 en 4 horas y 48 minutos. Se enfrentaban en la final por tercer año consecutivo, después de que el suizo le ganó al español los títulos de 2006 y 2007 para sumar un total de cinco trofeos consecutivos sobre la hierba londinense. Pero ese día, pese a perder un match point, Rafa logró su primera conquista en la Catedral del Tenis.
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