Con goles de Romelu Lukaku y Kai Havertz, Chelsea se impuso 2-1 ante Palmeiras (había igualado transitoriamente de penal Raphael Veiga) en la final del Mundial de Clubes disputada en el estadio Mohammed Bin Zayed de Abu Dabi. Sobre el final, reinó la polémica: el árbitro australiano Christopher Beath sancionó una pena máxima para los ingleses al minuto 116, a instancias del VAR.
Fue César Azpilicueta quien ensayó una volea para intentar poner otra vez arriba a los Blues y se topó con la mano de Luan, provocando la exagerada protesta del racimo de futbolistas azules que se encontraban cerca de la posición del referí. Sin embargo, el juez no acusó recibo hasta que el balón salió de los límites del campo de juego y lo llamaron desde la cabina de Video Ref para que constataran la infracción del defensor brasileño.
Beath repasó las repeticiones y enseguida realizó el ademán del VAR y señaló el punto fatídico. Havertz engañó al arquero Weverton y otorgó cifras definitivas al tanteador. El árbitro acertó en conceder el penal ya que debía considerar como antinatural la posición de la mano de Luan, quien consiguió que su cuerpo amplíe su volumen y ocupe un mayor espacio. En este caso, el defensor debe saber que se arriesga a que el balón golpee en esa parte del cuerpo y eventualmente se cobre infracción. Además, su amonestación fue correcta.
Esta no fue la primera ni la última injerencia del VAR en la final que se desarrolló en Emiratos Árabes entre el campeón de Europa y el campeón de América, a nivel clubes. Es que el árbitro también había ignorado una mano dentro del área de Thiago Silva en la disputa del balón con Gustavo Gómez cuando promediaba ael segundo tiempo reglamentario. Luego de observar las imágenes en pantalla, Beath sancionó el penal que Veiga canjearía por el empate transitorio al minuto 64. Otra buena intervención del responsable de la cabina, el italiano Massimiliano Irrati, quien contó con la colaboración del colombiano Nicolás Gallo.
Y ya sobre el final, cuando el Verdao estaba jugado en ataque en busca de la igualdad, Havertz anticipó a un Luan que llegó a rozar el balón pero lo terminó bajando. El juez dejó seguir la acción, pero nuevamente lo llamaron desde el VAR para advertirle de la posible expulsión del defensor brasileño por evitar una ocasión manifiesta de gol (la falta se dio a centímetros del área grande). A pesar de la incredulidad del número 13 del conjunto paulista, fue aprobada la resolución de los jueces, que en primera instancia no se habían dado cuenta del foul contra la figura del Chelsea.
EL RESUMEN DE CHELSEA 2-1 PALMEIRAS
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