Fue una noche especial la que se vivió este martes en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. En el court central, bautizada con el nombre del gran Guillermo Vilas, el mejor tenista argentino de hace más de una década vivió lo que pudo haber sido su retiro de la actividad profesional. Por la primera ronda del Argentina Open, Juan Martín De Potro cayó ante Federico Delbonis por 6-1 y 6-3 y se despidió entre lágrimas por el apoyo del público.
Tras 965 días de su última vez en una cancha, las emociones fluyeron por el cuerpo de la Torre de Tandil, que vio como las casi 5.000 almas lo alentaron durante todo el encuentro. Y del otro costado de la red estuvo otro tenista argentino que quedó con la historia por darle el último punto al equipo de Copa Davis que ganó la Copa Davis en 2016 ante Croacia. Al igual que para Delpo, no fue una velada fácil para Delbonis, amigo del tandilense.
“Fue un sentimiento encontrado. Era el único partido en mi carrera que quería perder. Era muy difícil, al ser un argentino, no se espera que como es en Buenos Aires, tengas el público en contra. Tal vez dividido. Pero no en contra. Ayer la fiesta para Juan Martín, yo fui como el bribón de aguar la fiesta, pero para mí, lo más importante fue que Juan Martín volvió y esperemos que vuelva por un tiempo más largo del que dijo”, dijo el número 44 del ranking ATP en diálogo con Perro de la Calle en Urbana Play 104.3.
“Sabía que la gente iba a estar con Juan Martín, hasta mismo jugadores que se quedaron hasta tarde, o vinieron desde el hotel, interrumpieron su descanso para verlo. Te das cuenta de la magnitud que él llama. Estuve en una posición privilegiada, pero también incómoda porque estaba jugando contra un amigo y alguien que querés que gane siempre”, agregó.
Más allá de las situaciones de juego, en las que Delbonis aprovechó las limitaciones del físico de Del Potro para cerrar varios puntos con drops a los que el campeón del US Open 2009 ni siquiera alcanzó a correr hacia la red, a Fede no le gustaron algunos gritos que bajaron de las tribunas en las que lo obligaban a bajar su rendimiento.
“Lo único que no me gustó, que lo dije, fueron algunos cantos o frases que fueron más allá de un aliento. Algunos casi parecían una amenaza. Y eso fue lo que no me gustó. Yo entiendo todo el folklore que se puede vivir, como nos pasa con el fútbol, por ahí hay jodas dentro de la cancha de tenis que hubo, pero cuando se pasa de la línea de la falta de respeto, eso fue muy feo, no me gustó. Después, todo el ambiente, que sea a favor de Juan Martín estaba totalmente claro. Y lo apoyo, porque era la fiesta para él. Y si hubiera estado en la tribuna, hubiera hecho totalmente lo mismo”, fue la descripción del zurdo sobre cómo vivió el partido en el BALTC.
Más allá de la reacción de los espectadores, Delbonis y Del Potro se dieron un gran abrazo tras el cierre del juego. Allí se dijeron varias cosas, pero su charla no terminó ahí. Una vez que ambos se fueron a la zona de vestuarios y se cambiaron, el diálogo siguió. ¿De qué hablaron?
“Nos saludamos en la sala de jugadores. Nos dijimos unas cosas que nada que ver del partido porque ya había pasado. Todo lo que nos teníamos que decir nos lo dijimos en ese abrazo. Fue muy emotivo, tratamos de liberar tensiones después del partido, porque debe estar un poco con la cabeza muy confundida, con sensaciones muy encontradas. Si seguís revolviendo el tema, lo confundís más. Optamos de hablar de otras cosas, íntimas, con mi familia, que teníamos que hablar con él y nos reímos un montón”, contó Delbo.
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