En Canadá, el hockey sobre hielo fue siempre el más popular, pero en los últimos años, el fútbol lo fue reemplazando y si la selección femenina es la actual campeona olímpica, la masculina está cada vez más cerca de jugar su segundo Mundial y lidera el Hexagonal final de la Concacaf por delante de Estados Unidos y de México.
La última vez que Canadá se había clasificado para el Hexagonal final que clasifica a tres equipos en forma directa al Mundial y al cuarto para un repechaje, había sido para Francia 1998, pero terminó último, y con una sola victoria, muy lejos de la actual campaña, bajo la dirección técnica del inglés John Herdman, el mismo que tuvo un rotundo éxito primero con el equipo femenino.
Allá lejos en el tiempo y en los conceptos quedó octubre de 2012, cuando Honduras le ganó por 8-1 por la clasificación al Mundial de Brasil 2014. Aquello fue el principio de la caída al pozo más profundo hasta llegar a dieciséis partidos sin éxitos y bajar al puesto 122 del ranking de la FIFA. Las cosas tampoco mejoraron para la clasificación a Rusia 2018 de la mano del ecuatoriano Octavio Zambrano, quien duró desde marzo de 2017 hasta enero de 2018, y ya pasado el Mundial se decidieron por Herdman, luego de su excelente paso por el equipo femenino.
A partir de allí, la meta fue siempre tener un equipo competitivo para el Mundial 2026, en el que Canadá compartirá localía con México y Estados Unidos, pero los buenos momentos se anticiparon y ya comenzaron a aparecer los buenos resultados, para llegar al máximo puesto histórico en el ranking FIFA, el cuarenta. Se afrontó con éxito la clasificación para la Liga de las Naciones de la Concacaf 2019/20, y ya en la Copa de Oro 2019 había llegado a los cuartos de final y allí la eliminó Haití, que le remontó un 2-0 para ganarle 3-2, pero lo principal es el ascenso de nuevas figuras que parecen dispuestas a cambiar la historia del equipo, como Lucas Cavallini, el goleador de origen rioplatense del Vancouver Whitecaps de la Major League Soccer, o Jonathan David, que pelea por ser el máximo anotador de la Ligue 1 en la que juegan Lionel Messi, Neymar o Kylian Mbappé, y especialmente el lateral izquierdo del Bayern Munich, Alphonse Davies, una auténtica estrella emergente del fútbol mundial.
Davies nació en un campo de refugiados en Ghana, luego de que su familia huyera de la guerra civil en Liberia, y llegó a Canadá a los cinco años, para instalarse en la ciudad de Edmonton y tras mostrar su enorme talento en torneos infantiles y juveniles, fue contratado por el Vancouver Whitecaps hasta que en julio de 2018 apareció el Bayern Munich para llevárselo tras pagar por su pase 10 millones de euros, un récord para los equipos de la Major League Soccer (MLS) de los Estados Unidos, donde este equipo participa.
David, el goleador del Lille, aterrizó en Canadá tras nacer en Nueva York en el seno de una familia haitiana. Cyle Larin, otra de las figuras de la selección canadiense, es de origen jamaiquino, mientras que el capitán, Atiba Hutchinson (con noventa partidos internacionales) es trinitense. Los dos últimos juegan en el Besiktas turco, lo que les otorga una importante experiencia europea, sumados al volante Stephen Eustaquio (Porto), los defensores Steven Vitoria (Moreirense de Portugal), Scott Kennedy (Jahn Ratisbona, de la segunda alemana) y Doneil Henry (Sowon Samsung Bluewings, de Surcorea), los mediocampistas Harry Paton (Ross Country, Escocia) y Theodor Coirbeanu (Wolverhampton) y el delantero Junior Hoilett (Cardiff City FC).
“Es un momento especial, y todos estamos agradecidos de formar parte de una generación que está haciendo historia. Estamos disfrutando de ser la selección con la mayor progresión en el mundo durante 2021″, le dijo a la FIFA Kamal Miller, quien como defensor formó parte del triunfo por 2-0 a Honduras como visitante del pasado jueves por el Hexagonal final de la Concacaf. Canadá había logrado, diez años después, vencer en su propia casa al equipo que le había ganado 8-1.
A falta de cuatro fechas para terminar el torneo clasificatorio para el Mundial de Qatar 2022, Canadá es el líder con 22 puntos, seguido por Estados Unidos y México, ambos con 18 (los tres que por el momento están consiguiendo el pase al Mundial), mientras que Panamá, con 17, se encuentra en puesto de repechaje. “Canadá es un gigante dormido. Es un país de hockey –admite el DT John Herdman- pero el fútbol es el deporte más practicado y está listo para meterse en los aficionados. El equipo femenino había tenido mucho éxito pero recién ahora, los varones están comenzando a ponerse a la par”. El entrenador inglés ganó el 72 por ciento de los 36 partidos que dirigió. “Canadá –insiste Herdman en una entrevista que concedió a la BBC de Londres- es un país de 40 millones de habitantes y mejorar era sólo una cuestión de tiempo. Es un país de mucha inmigración, especialmente latina o africana, que trae pasión por el fútbol. Esa mezcla de culturas y la inversión que hubo hacia este deporte favoreció su desarrollo e hizo que se superaran incluso a las licencias del hockey”.
En este crecimiento del fútbol canadiense hay que destacar el nivel de los entrenadores (muchos destacan la influencia que tuvo el español Benito Floro, ex DT del Albacete y el Real Madrid, entre 2013 y 2016), la gestión institucional y el nivel de las instalaciones, sobre todo las cubiertas, porque los meses de frío son muy duros y más de una vez hubo que interrumpir los torneos. Pero la pasión no sólo no disminuyó sino que con la cercanía de las chances de clasificarse al Mundial por segunda vez en la historia (la anterior fue en México 1986, cuando perdió los tres partidos de la fase de grupos ante Francia, Hungría y la Unión Soviética) hizo que aumentaran las ciudades que postulan nuevos equipos y cada vez se agoten más rápido las entradas.
Sin ir más lejos, se agotaron todos los boletos para el fundamental partido ante México de noviembre pasado en Edmonton, jugado con una temperatura bajo cero y cuarenta y cuatro mil personas festejaron el triunfo por 2-1 en el “Commonwealth Stadium”. Este domingo, Canadá le ganó por 2-0 en la misma sede a Estados Unidos, en otro partido clave. Si lo máximo para la selección canadiense fue haber disputado un Mundial, también es importante haber ganado en 2000 la Copa de Oro de la Concacaf, que le dio el derecho a participar en la Copa Confederaciones de 2001 de Japón y Corea del Sur, en la que obtuvo un punto sobre nueve nada menos que ante Brasil, al que logró empatarle 0-0. También ganó el Campeonato de la Concacaf de 1985 y la Copa Norteamericana de las Naciones en 1990. A todo esto hay que sumarle las dos medallas de bronce del equipo femenino en 2012 y 2016, y la dorada en Tokio 2021, ya bajo la dirección técnica de Bev Priestman, la sucesora de Herdman, de quien fue su asistente.
Para el escritor y podcaster Duane Rollins, considerado como uno de los mayores especialistas en fútbol canadiense, el punto de inflexión “fue en 2007, cuando la MLS llegó al país porque en cierto modo, profesionalizó todo el sistema y empezaron a surgir academias” y señala especialmente a un dirigente, Don Garber, el comisionado que trajo el torneo estadounidense a Toronto hace casi quince años. Esa situación puso fin a lo que Rollins llama “los años oscuros” y ya hace cuatro años se creó otra competencia, la Canadian Premier League (CPL), la primera liga nacional desde 1992, con ocho equipos participantes y totalmente profesional.
“La CPL no existiría sin la MLS -sostiene Rollins-. Desde ese momento, se invirtió mucho más dinero debido a que se nota mucho que la gente está mucho más metida con el fútbol”. La mayoría de los jugadores de la selección canadiense, de hecho, participan en la MLS, donde hay tres equipos de ese país, de Toronto, Montreal y Vancouver.
Los resultados están a la vista.
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