Subir al cuadrilátero siempre representa un riesgo, ya que un mal golpe puede desencadenar en un desenlace fatal, tal como ocurrió en la pelea de Omar Chávez contra Marco Nazareth. Uno de los hijos de Julio César Chávez experimentó el tormento de ver a su rival en una situación crítica de salud después de acabar una pelea. Y más tarde Omar vivió la sensación de haberle provocado la muerte a su oponente.
La carrera de Omar iba en ascenso y en sus primeras peleas como boxeador profesional demostró ser un digno portador del apellido Chávez por lo que empezó a pactar más peleas en México; en su camino se cruzó con un peleador de 23 años que tenía las intensiones de derrotar al hijo del César del boxeo.
Fue así como Omar Chávez llegó a enfrentarse a Marco Antonio Nazareth, un púgil joven originario de Puerto Vallarta, Jalisco. Tras llevar a cabo un primer duelo en el que Omar se llevó la victoria, Marco Antonio el Tejano, como también era conocido, pidió una revancha.
Un año después de la primera pelea ambas partes acordaron un nuevo capítulo de Chávez vs Nazareth. El evento ocurrió el 18 de julio de 2009 en Puerto Vallarta, Jalisco. Ambos púgiles salieron con la energía para dar un buen combate arriba del ring.
Desde los primeros rounds ambos boxeadores aztecas hicieron gala de sus combinaciones y demás golpes. Para el asalto tres de la pelea Omar El Terremoto Chávez se vio acorraló por su contrincante, Marco Antonio aprovechó la baja guardia del miembro de la dinastía Chávez y lo castigó con una serie de llaves y combinaciones que doblegaron al sinaloense.
Pero para el cuarto round Omar se repuso y fue ahí cuando ocurrió el fatal incidente. Restaban pocos minutos para que el asalto acabara y ambos boxeadores soltaron todos los golpes posibles; entre el júbilo del público y la emoción del cierre del round ambos descuidaron la guardia.
Marco Nazareth empezó a doblegar los brazos y se tambaleaba, a pesar de sus intento por continuar la pelea no lograba atinar en sus golpes. El réferi vio el semblante de Nazareth pero no paró la pelea.
El hijo de Julio César Chávez conectó varios golpes a su rostro de su rival, a pesar de que parecía desorientado y débil se dejó correr el combate. A pocos minutos de que sonara la campana el juez intervino y detuvo la pelea para marcar nocaut técnico a favor de Omar Chávez.
Mientras la dinastía Chávez celebraba el triunfo, del otro lado de la esquina se vivieron minutos de angustia pues Marco Nazareth se desvaneció y las asistencias médicas ingresaron de inmediato para trasladarlo al hospital.
El peleador de 23 años estaba desorientado y los paramédicos lo llevaron a urgencias. Una vez internado y después de practicarle exámenes médicos, le diagnosticaron un derrame cerebral, esa misma noche ingresó al quirófano. Tras estar hospitalizado cuatro días murió el 22 de julio de 2009.
La noticia repercutió en la familia de Julio César Chávez pues sintieron empatía por la familia del Texano Nazareth. Para Omar fue uno de los momentos más duros de su carrera, para el programa La historia detrás del mito de TV Azteca contó lo que representó la muerte de su rival.
“Marco Nazareth es lo más triste que me ha pasado en mi carrera. Son cosas que te llegan en un momento, uno sube a ganar pero no hacerle daño al peleador”
Pero quién más se vio afectado por el fallecimiento de Marco Antonio fue el propio Julio César Chávez ya que consideró que pudo haber sido uno de sus hijos el que perdieran la vida por boxear, según recapituló el mismo programa de TV Azteca.
En octubre del mismo año, Omar Chávez retomó su actividad como boxeador y se enfrentó al estadounidense James Ventry, al que derrotó por decisión unánime. El hijo de Julio César cerró ese capítulo en su carrera y continuó en el boxeo profesional.
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