El escándalo de Novak Djokovic en Australia parece no haber terminado con la deportación del tenista que pasó gran parte de su semana en la isla aislado en un hotel de inmigrantes. Ahora, algunos portales anticipan que el deportista baraja la posibilidad de iniciar acciones legales contra el estado del país oceánicos por la experiencia que tuvo que vivir allí.
El número 1 del ranking ATP que primero fue demorado varias horas en el aeropuerto de Melbourne, luego retenido en un edificio especial para refugiados, después liberado por un la decisión de un juez y finalmente deportado por orden del Ministerio de Inmigración, decisión avalada por la Justicia, analiza una demanda para recibir un resarcimiento económico por todo eso que le ocurriò sumado a la imposibilidad de disputar el Abierto de Australia.
“Es bien sabido que Novak y su familia sienten que lo trataron mal en el hotel de cuarentena en Melbourne. Su madre reveló que estaba lleno de pulgas y gusanos. Lo mantuvieron como un prisionero virtual”, indicó una fuente cercana a Djokovic al diario británico The Sun. Por ese motivo, el deportista de 34 años ahora iría por una demanda como su siguiente paso
Vale recordar que el Abierto de Australia entrega al campeón un monto cercano a los USD 3,1 millones. El serbio, número 1 del ranking ATP y nueve veces ganador de este Grand Slam, era el máximo candidato a quedarse con el trofeo por lo que el sitio británico asegura que, si inicia las acciones legales, lo menos que exigirá será una cifra similar.
A su vez, según la ley local, Djokovic se enfrenta a una prohibición de regresar al país durante tres años, excepto en ciertas excepciones, que pueden incluir “circunstancias imperiosas que afectan los intereses de Australia”. Por lo que la cifra que reclame podría ser aún mayor.
El tenista viajó el 5 de enero a Melbourne con una exención médica por no estar vacunado, al haber estado contagiado de la COVID-19 recientemente, aunque a su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron hasta su liberación el lunes 10 por una orden judicial al considerar que no había sido tratado con “equidad”. Finalmente, el sábado fue deportado por decisión del ministro de Inmigración, Alex Hawke, quien alegó que el serbio representaba una “amenaza a la salud y al orden público” ya que su presencia podía avivar el “sentimiento antivacunas”.
Tras conocer la noticia, Djokovic emitió un escrito en el que pidió un tiempo para “descansar y recuperarse” antes de hacer nuevos comentarios al señalar que “respeta” la decisión de la justicia australiana tras “cooperar” con las autoridades. “Desafortunadamente durante las últimas semanas el foco (de interés) he sido yo y espero que (ahora) nos podamos centrar en el deporte y el torneo que amo”, dijo al desear suerte a los participantes y agradecer el apoyo a su familia y seguidores.
SEGUIR LEYENDO: