La situación del tenista serbio Novak Djokovic ha excedido a la prensa deportiva y se ha convertido en un tema de la política internacional. Tras ser deportado de Australia por no estar vacunado contra el covid-19, el número uno del ranking perdió la chance de disputar el primer Grand Slam del año y todo parece indicar que tampoco podrá estar en Roland Garros. En las últimas horas Nole sumó una nueva preocupación ante la posibilidad de que también le nieguen el ingreso a España, país en el que se disputan torneos de gran importancia para el calendario anual.
El presidente español, luego de mantener una reunión con el canciller alemán Olaf Scholz en el Palacio de La Mocloa, habló ante la prensa y al ser consultado por el escándalo de Djokovic expresó que “las normas están para cumplirse y no hay nadie por encima de ellas. Si esas son las normas del Gobierno Australiano, tienen que ser cumplidas”.
“Las normas están para cumplirse y aquí quiero recordar a Rafa Nadal, que cuando surgió la polémica recordó el sufrimiento que la pandemia está provocando en la población, con fallecidos, enfermos...”, agregó Sánchez, citando el tenista nacido en Mallorca que por estas horas celebra su clasificación a la segunda ronda del Abierto de Australia.
Y, para concluir con su análisis de qué pasaría en caso de que el serbio quisiera ingresar a territorio español para participar de algún certamen como el ATP 500 de Barcelona o el Masters 1000 de Madrid, sostuvo: “Sin animo de polemizar, cualquier persona, se llame como se llame y sea o no deportista de primer nivel, debe cumplir con las normas sanitarias y eso es lo que hará cualquier deportista que aspire a competir en nuestro país, cumplir con las normas sanitarias de España”.
España se suma así a la postura que han adoptado países como Francia, en cuya capital se disputa el Grand Slam de Roland Garros, de impedir la participación del líder del escalafón en los torneos que se disputen en su territorio. Aunque el país galo en primera instancia había señalado que Djokovic podría jugar en Roland Garros aunque no estuviera vacunado, este lunes la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, confirmó que no será así. La rectificación se produjo horas después de que el Parlamento adoptara definitivamente el proyecto de ley que impondrá un certificado de vacunación para muchas actividades de la vida social, lo que incluye asistir a espectáculos deportivos.
Son horas complejas para el número uno del ranking, que tras ser deportado de Australia ya ha aterrizado en Belgrado. Este lunes, la marca Lacoste, uno de sus mayores sponsors, ha publicado un comunicado en el cual advierte que se comunicará con Nole para pedirle explicaciones sobre lo ocurrido en el país oceánico. “En cuanto sea posible contactaremos con Novak Djokovic para revisar los acontecimientos que han marcado su presencia en Australia”, indicó la compañía de ropa que acompaña al serbio desde 2017. En el escrito, además, ha agradecido sus esfuerzos a los organizadores del torneo para “asegurar su celebración en buenas condiciones para los jugadores, cuerpo técnico y espectadores”.
Lacoste es el primero de los patrocinadores de Djokovic que muestra su descontento con la actitud del tenista, cuya negativa a vacunarse le ha impedido defender su título en el Abierto de Australia, donde aspiraba a lograr su 21° Grand Slam y convertirse en el tenista con más “grandes”, por delante del español Rafael Nadal y del suizo Roger Federer.
La marca del cocodrilo tiene con Nole un contrato evaluado en 9 millones de dólares por año, según varios medios de comunicación estadounidenses, y su postura hace crecer la incertidumbre respecto de las posibles consecuencias deportivas y económicas que podría sufrir el tenista en el corto y mediano plazo. Unos 30 millones de dólares, es la suma que recibió de sus auspiciantes en 2021 el jugador serbio, según el sitio internet de la revista Forbes, que van desde la marca deportiva japonesa Asics hasta la francesa de autos Peugeot, entre otras grandes empresas.
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