Difícilmente exista un hecho tan escandaloso en el fútbol en lo que resta de 2022 como el cierre del partido que Mali le ganó 1-0 a Túnez por la Copa Africana de Naciones. Fue allí que el árbitro Janny Sikazwe pitó el final a los 85 minutos, desatando un caos en el campo de juego por parte del seleccionado que estaba perdiendo el duelo. Ante las protestas, decidió continuar y, 17 segundos antes de que se cumplan los 90 reglamentarios, volvió a dar por finalizado el duelo y se marchó a los vestuarios sin dar explicaciones. Ahora, se conoció la verdad detrás del caso.
Fue, el jefe de árbitros de la competición, Essam Abdel-Fatah, quien se pronunció sobre el hecho y defendió al juez de Zambia. “El árbitro sufrió un golpe de calor y una deshidratación muy severa, lo que lo llevó a perder la concentración y fue llevado al hospital”, reveló en diálogo a Al-Laib de MBC Egipto. De esta forma explicó que cuando iban 80 minutos, el referee perdió la noción del tiempo y los mareos le impedían comprender la situación.
Vale recordar que el partido se disputó en Limbe, Camerún, con una temperatura que rondaba los 34°C a plena luz del sol y con 65% de humedad. Semejantes condiciones fueron detonantes para el árbitro, que tuvo que ser atendido en un centro médico apenas terminó el cotejo.
En este contexto, Abdel-Fatah explicó que el plan era que el cuarto árbitro tomara las riendas de lo que restaba del duelo. Por eso, las autoridades del torneo le pidieron a ambos conjuntos que regresaran al campo de juego para disputar el tiempo adicionado: “Cuando se produjo la crisis y se perdieron las objeciones y el control del partido, el cuarto árbitro era el que iba a completar el partido, pero uno de los dos equipos se negó”.
Para ese entonces, el enojo del seleccionado de Túnez era tal que el equipo no quiso regresar al terreno de juego, tal y como lo explicó su entrenador Mondher Kebaier: “En el minuto 85 (el árbitro) hace sonar el silbato final. De nuevo en el minuto 89. Se suponía que habría 7-8 minutos de tiempo adicional. Su decisión es inexplicable. Los jugadores estuvieron tomando baños de hielo durante 35 minutos antes de que los llamaran de nuevo. He estado entrenando durante mucho tiempo y nunca había visto algo así. Incluso el cuarto árbitro se disponía a levantar la tabla y luego sonó el silbato”.
Túnez ha realizado el pedido formal para que el partido, correspondiente a la primera fecha del Grupo F, se vuelva a jugar, aunque aún no ha habido respuesta a su reclamo. Por otro lado, desde las declaraciones de Abdel-Fatah, tampoco se han conocidos nuevos comentarios sobre el tema cuya polémica continúa, porque la explicación del jefe de árbitros dejó muchas dudas sobre el procedimiento que se realizó.
Es importante aclarar que en caso de que un juez principal o uno de sus asistentes sufra algún tipo de lesión, el juego puede detenerse y el cuarto árbitro lo debe reemplazar inmediatamente. Por ese motivo no queda claro por qué Sikazwe pitaba el final antes de tiempo, en lugar de detener las acciones para pedir su salida, o por qué las autoridades tardaron 35 minutos en decirle a los futbolistas que volvieran a salir al campo de juego para disputar el tiempo adicionado.
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