Después de una carrera construida al interior de ocho instituciones, a lo largo de casi 19 años en la Primera División, Oribe Peralta anunció su retiro definitivo de las canchas. En su trayectoria logró anotar más de dos centenas de goles y muchos de ellos trajeron gloria a los equipos que defendió. No obstante, existe uno en especial que, aunque no se tradujo en algún título o logro, considera su preferido debido a la similitud con el estilo de un astro brasileño que brilló a principios del milenio.
Durante una entrevista radiofónica en el programa “Los Campamentos” de W Radio, el Cepillo fue cuestionado por su anotación preferida. Sin dudarlo, declaró que “para mí el mejor gol que hice fue uno con Monterrey ante Dorados, por la similitud que tenía con el fenómeno Ronaldo”. De esa forma, descartó la diana que le dio a México la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El gol al que hizo referencia lo marcó el 15 de septiembre de 2004, cuando los Rayados de Monterrey, equipo en el que militó, se enfrentó a los Dorados de Sinaloa en el marco del torneo de Apertura. Cerca de 38 mil asistentes al Estadio Tecnológico fueron testigos de la definición magistral con que Peralta venció al arquero Cirilo Saucedo y recordó al delantero brasileño que, en aquel entonces, brillaba en las mejores canchas del futbol europeo.
Al minuto 44 del partido, los Rayados ya superaban por dos goles a uno al equipo de Sinaloa. Tras un fallido intento por acercarse al arco regiomontano, la zaga rechazó un balón hasta la media cancha. En ese lugar, Oribe Peralta fabricó una pared de primera intención con Guillermo Franco. El argentino devolvió el servicio al joven Cepillo y emprendió una rápida carrera hacia la portería rival.
La ventaja de tres metros sobre su perseguidor más cercano, así como su velocidad, le permitieron ingresar casi en soledad al área grande. Apenas controló con un toque, cuando Saucedo quiso salir a despojarlo de la esférica. En ese momento, Peralta fintó con un recorte hacia el centro del área y engañó al guardameta. La esférica continuó con su trayectoria y el delantero apenas tuvo que definir con la parte interna para marcar el tercer gol para los Rayados.
Al término de aquel encuentro, el marcador finalizó en seis goles por dos. Los encargados de concretar la faena fueron Guillermo Franco y Jesús Cabrito Arellano, con un doblete cada quien, así como Ricardo Pepito Martínez con un tanto. Gracias al resultado, el equipo dirigido por Miguel Piojo Herrera en aquel entonces logró diez unidades que lo catapultaron a la tercera posición de su grupo, solo por debajo de Veracruz y Pachuca.
El buen trabajo de Oribe Peralta en la Sultana del Norte le garantizó la estancia durante dos años. No fue sino hasta el año 2005 cuando tuvo una segunda oportunidad con el equipo que casi lo margina del futbol profesional, es decir, las Chivas del Club Deportivo Guadalajara. Posteriormente se integró al Club Santos Laguna, donde permaneció por dos temporadas y media. Debido a la presencia de otros artilleros de renombre, como Matías Vuoso, fue cedido a los Jaguares.
Fue en Chiapas cuando alcanzó su primer esplendor y volvió a la Comarca Lagunera. Se consolidó, fue campeón y su nivel lo catapultó a la Selección que asistió a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Fue en la máxima justa veraniega donde anotó el que, probablemente, sea el tanto más importante de su carrera, cuando le dio la presea dorada a México en la final contra Brasil.
Posteriormente llegó al América, donde también consagró un paso importante y se coronó. Al término de cinco temporadas, en 2019, las Chivas le dieron una oportunidad de seguir jugando futbol, pero su nivel no volvió a ser el mismo. Finalmente, después de anotar más de 200 goles y seis títulos nacionales, así como seis internacionales, el Cepillo le dijo adiós al futbol profesional.
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