Después de varios días de incertidumbre sobre el futuro de Novak Djokovic, el caso todavía no está resuelto. El tenista serbio se entrenó este martes con vistas a llegar de la mejor forma posible para ganar su vigésimo primer título de Grand Slam en el Abierto de Australia de la próxima semana, pero todavía se enfrenta a la amenaza de ser expulsado del país: el Gobierno australiano investiga algunas inconsistencias en su prueba PCR y en su visado.
Después de que un juez anulara la decisión del Gobierno federal de cancelar su visado, Nole sumó este martes una nueva sesión de preparación en Melbourne Park, pero el periodista Ben Rothenberg –habitual colaborador del diario New York Times– ha denunciado en sus redes sociales una serie de detalles llamativos en los documentos presentados por el número 1 del mundo para ingresar país oceánico.
En las últimas horas, y después de revelarse los resultados de las pruebas PCR que se hizo Djokovic para justificar el pedido de su exención médica, Rothenberg ha publicado dos resultados de un mismo test que se hizo en Belgrado el 16 de diciembre, en los que en una de ellas sí aparece un positivo pero en la otra el resultado es negativo.
El periodista utilizó el código QR que presentaba el informe médico del tenista serbio para poder visualizar el resultado, pero la sorpresa fue que le aparecieron distintos resultados ante cada escaneo, según relató en su perfil de Twitter. “Amigos, se pone más sospechoso. La prueba Covid positiva presentada por Djokovic desde el 16 de diciembre viene con un código QR. Cuando escanea ese código QR (y puede probarlo usted mismo), lo lleva a un sitio web que muestra que la prueba fue “negativa”, no positiva. Y ahora simplemente lo intenté de nuevo y dice lo contrario para la misma prueba: positivo. ¿Quién está jugando con este sitio web?”, relató mostrando capturas de ambos resultados.
Si bien esto podría tratarse simplemente de un error del sistema, que alimenta toda la polémica en torno a este escándalo internacional, el cronista también marcó algunos otros detalles en el papeleo tales como el haber negado un viaje durante los días previos a su desembarco en Australia, pero Rothenberg asegura que Nole estuvo en España previamente.
En el documento presentado ante el tribunal, Djokovic marcó “no” cuando se le preguntó si había estado en el extranjero en los 14 días anteriores. Sin embargo, las publicaciones en las redes sociales muestran que estuvo en Belgrado el día de Navidad y luego fue visto entrenando en Marbella el 31 de diciembre y nuevamente el 2 de enero.
Además, hay contradicciones sobre quién llenó su documentación. “Según el archivo adjunto a su declaración jurada, los oficiales fronterizos notaron que Djokovic dijo que Tennis Australia había ‘completado la Declaración de viaje de Australia en su nombre’. Djokovic dio respuestas contradictorias sobre esto durante su interrogatorio en el aeropuerto, nombrando al ‘gobierno’ o a su agente. Sin embargo, estaba seguro de que no lo había hecho él mismo”, apuntó Ben Rothenberg, famoso cronista de tenis.
Lógicamente, dar información falsa en un documento migratorio es un delito grave y en Australia la pena máxima es de 12 meses de prisión. El Tribunal del Circuito Federal ordenó que se restablezca la visa de Djokovic pero si el Gobierno australiano decide profundizar su investigación y pone el foco en la inestabilidad de estos documentos, puede que el jugador serbio tenga que recurrir otra vez a sus abogados para asegurar su estadía en un país que podría detenerlo por segunda vez y deportarlo.
Desde la oficina del ministro de Inmigración de Australia advirtieron que todavía estaba considerando si utilizar su poder discrecional para cancelar el visado de Djokovic. “En línea con el debido proceso, el ministro Alex Hawke considerará a fondo el asunto”, dijo un portavoz, que no quiso hacer más comentarios por razones legales.
Australia tiene una política que prohíbe la entrada a los no ciudadanos o no residentes a menos que estén completamente vacunados de COVID-19. Esta política permite las exenciones por razones médicas, pero el Gobierno argumentó que Djokovic, que no está vacunado, no proporcionó una justificación adecuada para recibir una exención. Nole había conseguido dicha exención médica basada en las pruebas de que había contraído el COVID-19 el mes pasado, la segunda vez que se había contagiado. El jugador confirmó durante la entrevista en el aeropuerto que no estaba vacunado.
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