El caso de Novak Djokovic tomó trascendencia mundial. Aquello que se inició con un posteo en redes sociales anunciando un permiso especial para disputar el Australian Open sin estar vacunado derivó en un absoluto escándalo cuando fue retenido en el aeropuerto de Melbourne ante las inconsistencias de la documentación presentada. Durante las últimas horas, se escribieron las páginas de un nuevo capítulo mientras el deportista permanece aislado en un hotel para migrantes: sus abogados argumentaron que tuvo coronavirus el 16 de diciembre pasado y en las redes comenzaron a circular imágenes que sembraron la semilla del debate.
El diario australiano The Age reveló que los defensores de Nole que encabezan la apelación para intentar lograr que el jugador pueda ingresar al país organizador del Australian Open advirtieron que su cliente tuvo COVID-19 semanas atrás: “Esa exención señaló que había dado positivo por COVID el 16 de diciembre, pero no había tenido fiebre u otros síntomas en las 72 horas anteriores”, indicó la periodista Marta Pascual Juanola en el citado diario.
Rápidamente comenzaron a dar vuelta una serie de fotos del número 1 del ranking mundial que buscaban esclarecer cómo fue su vida durante aquellos días de diciembre. La primera postal que rápidamente se viralizó es una que compartió la cuenta oficial del equipo de básquet de Barcelona el 14 de diciembre en la que se ve a Nole con el jugador Nigel Hayes-Davis en el duelo entre los españoles y Estrella Roja de Belgrado por la Euroliga. Dos días más tarde, el club catalán informó que Davis había sido aislado tras dar positivo en un testeo de COVID-19.
El hilo de la historia siguió con un posteo que realizó en su Instagram el 17 de diciembre el tenista de 34 años, donde compartió su alegría por tener su propio sello postal. “¡Gracias a mi generoso país por este excepcional regalo! ¡Me siento honrado!”, escribió sobre ese evento que tenía un trasfondo solidario para ayudar a niños de su país. El día previo, el 16, había estado también en un evento de la Fundación Novak Djokovic que fue transmitido en vivo por el canal oficial de Youtube de la entidad.
Otro de los hechos que se hizo viral fue una publicación de la cuenta de Facebook de la Asociación de Tenis de Serbia que se realizó el 17 de diciembre donde se veía a Nole entregando premios a “los mejores competidores del 2021″. Las distintas imágenes muestran al referente deportivo de Serbia rodeando de los jóvenes jugadores de tenis que fueron distinguidos. “La asistencia fue solo de los niños premiados, sin un auditorio más amplio debido a las medidas epidemiológicas debido a la pandemia causada por el coronavirus”, explicaba dicho posteo aunque no quedó claro si el evento había sido ese mismo día.
Sin embargo, y más allá de que las declaraciones de sus abogados indican que Djokovic dio positivo a los testeos de coronavirus realizados el 16 de diciembre, no existen certezas sobre su situación física en aquellos días de eventos que ahora están bajo la lupa. El cuadro de análisis, además, debe tener en cuenta que los letrados indicaron que no tuvo “fiebre u otros síntomas” durante las horas previas.
Los nuevos detalles de la historia no terminan acá. El diario australiano The Age tuvo acceso a documentación del Australian Open en la que se informa que los “jugadores tenían que presentar toda la documentación necesaria para que un panel de expertos independientes revisara su exención de vacunación antes del 10 de diciembre de 2021″. Es decir, seis días antes que Nole reciba la noticia de su positivo de COVID-19.
La misma publicación detalló que el número 1 del ranking mundial, que llegó a Australia con el objetivo de convertirse en el tenista con más Grand Slam de la historia, recibió la visa para ingresar a Australia el 18 de noviembre y el 30 de diciembre obtuvo el certificado de exención del director médico de Tennis Australia, el ente que regula dicha disciplina en el país.
Todo esto sucede mientras Djokovic continúa aislado en el hotel de migrantes de Melbourne. Sus abogados pidieron un permiso también para que pueda salir del lugar para “poder entrenar” antes del inicio del torneo –pautado para el 17 de enero próximo–, pero dicha exigencia fue rechazada. Sí, en cambio, le facilitaron “comida sin gluten, una computadora portátil, una tarjeta SIM y un equipo de ejercicio”, según la información que brindó la primera ministra serbia, Ana Brnabic.
El próximo lunes las autoridades australianas deberán definir si confirman la decisión de revocar su visa y la exención médica, o si dan marcha atrás.
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