Hay mucha expectativa porque en un par de semanas se estrena el documental de Georgina Rodríguez, la pareja del futbolista portugués Cristiano Ronaldo, quien ha estado promocionándolo a través de sus perfiles en las redes sociales y, en una de sus últimas publicaciones, reveló un corte donde habla de sus humildes orígenes y lo difíciles que fueron esos primeros días en su llegada a Madrid.
Georgina, modelo de raíces argentinas de 27 años, admitió que no podía permitirse alquilar un apartamento con comodidades en la capital española porque el dinero no le alcanzaba para llegar a fin de mes y terminó viviendo en un piso que servía para guardar diferentes objetos en desuso.
“Mi llegada a Madrid fue tremenda. Estuve buscando un montón de pisos baratos, que costaban alrededor de 300 euros (USD 340) al mes y acabé en un piso que había sido un trastero. Hacía mucho frío en invierno y un calor abrasador en verano”, comentó Georgina en un adelanto de su documental.
En dicho video, se muestran imágenes de la vida de Georgina Rodríguez, quien reconoce que haberse cruzado con Cristiano Ronaldo transformó su vida. “El día que conocí a Cristiano, mi vida cambió”, sentenció la madre de Alana Martina, quien está esperando un par de gemelos con el actual jugador del Manchester United, padre de Cris Jr. y los mellizos Eva y Mateo.
Georgina comenzó a salir con CR7 cuando era una vendedora en una tienda Gucci en Madrid, una ciudad a la que llegó desde Jaca, una localidad de la provincia de Huesca, donde se había establecido con su familia. En el documental, que se estrena el próximo 27 de enero en la plataforma Netflix, la modelo e influencer va a mostrar los aspectos más íntimos de su historia de vida.
En el adelanto de su material también aparece Georgina caminando por Madrid y viendo un cartel gigante de Netflix que tiene una leyenda que hace alusión al cambio radical que tuvo al ponerse en pareja con una gran estrella del fútbol mundial como es Ronaldo: “Antes vendía bolsos en Serrano, ahora los colecciona.”
En la promoción publicada en su Instagram, también da entender que su transformación de una adolescente con poco dinero a una celebridad de talla mundial que tiene más 30 millones de fanáticos en las redes sociales, todavía esta en proceso. “Esto no acabado. No es el final, es el comienzo”, dice Georgina, quien lleva una vida muy activa y solidaria. Incluso, recientemente se la vio envolviendo regalos de Navidad para jóvenes de una ONG española llamada Nuevo Futuro.
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