“No podemos hacer nada y perderemos a varios de nuestros jugadores durante un mes. Que se haya pasado a enero es una verdadera catástrofe para nosotros”, sostuvo el director técnico alemán del Liverpool Jürgen Klopp, en referencia a que desde la próxima fecha su equipo se quedará sin dos integrantes de su tridente ofensivo, el senegalés Sadio Mané y el egipcio Mohamed Salah, además del volante guineano Naby Keita, que se irán a jugar para sus selecciones nacionales la Copa África de Naciones.
Este torneo, que se desarrollará en Camerún desde el 9 de enero al 6 de febrero, estaba previsto para junio pasado, cuando no se pisaba en el calendario con los torneos europeos, pero debió ser suspendido por las condiciones epidémicas y climatológicas, algo que fue aceptado por la UEFA y por la FIFA, aunque ambas entidades esperaban en silencio una nueva postergación debido a la nueva ola de Coronavirus (de hecho, sólo el cinco por ciento de la población camerunesa tiene las dos dosis de la vacuna). Pero no sólo ésta nunca llegó, sino que el pasado 22 de diciembre el calendario fue confirmado por el presidente de la Confederación Africana (CAF), el sudafricano Patrice Motsepe, al titular de la federación organizadora, el ex delantero del Barcelona, Real Madrid, Inter y Mallorca Samuel Eto’o.
El ex compañero de Lionel Messi en el Barcelona fue fundamental para que la Copa África se pudiera llevar a cabo al tranquilizar a la CAF con las medidas de seguridad que se tomarán para los 52 partidos que deben jugarse en total, con la exigencia de que todos los asistentes presenten el certificado de doble vacunación y un test de PCR con no más de 72 horas de duración o una prueba de antígenos de no más de 24 horas. Lo máximo que pudo hacer la FIFA, ante la resignación general de los europeos, fue postergar una semana la fecha del inicio de concentración de los equipos desde el 27 de diciembre al próximo 3 de enero, para que al menos algunos jugadores puedan participar de una fecha más de la Premier League inglesa, único de los grandes torneos que se sigue jugando en este tiempo de receso invernal.
En realidad, nada resultó fácil para esta Copa. Camerún obtuvo la sede para organizar la Copa África el 20 de septiembre de 2014 en Addis Abeba, la capital de Etiopía, pero para 2019 y no para 2021, que le correspondía a Costa de Marfil, pero el 30 de noviembre de 2018 la CAF hizo un cambio y le otorgó la chance a Egipto, y entonces postergó dos años a los otros organizadores: Camerún pasó a 2021, Costa de Marfil a 2023 y Guinea, a 2025.
La Copa África, que comenzará el 9 de enero con el partido entre Camerún y Burkina Faso, incluirá una fase de seis grupos de cuatro equipos, de los que los dos primeros y los cuatro mejores terceros pasarán a los octavos de final y desde allí en adelante se jugará por eliminación directa rumbo a la final en el recién construido estadio Paul Biva –también escenario del partido inaugural-, con capacidad para 60.000 espectadores ubicado en Olembé, en los suburbios de Yaundé, la capital de Camerún desde 1922, con casi dos millones y medio de habitantes según el último censo de 2012.
De acuerdo con el sorteo efectuado el 17 de agosto pasado, el grupo A estará compuesto por Camerún, Burkina Faso, Etiopía y Cabo Verde, el B incluirá a Senegal, Zimbabue, Guinea y Malawi; el C, por Marruecos, Ghana, Comoras y Gabón; el D, por Nigeria, Egipto, Sudán y Guinea-Bisau; el E, por Argelia, Sierra Leona, Guinea Ecuatorial y Costa de Marfil; y el F, por Túnez, Malí, Mauritania y Gambia.
El hecho de que el torneo se juegue en enero, en la mitad de la temporada, causó muchos problemas en las principales cinco ligas europeas, algunas de ellas, acostumbradas a contratar muchos jugadores del continente africano. En el caso de la Premier League inglesa, hasta quince equipos perderán integrantes de su plantel durante parte de enero. “Debemos pensar como club y tomar decisiones, y saber que durante cuatro semanas no vamos a poder contar con ellos –sostuvo Klopp, el DT del Liverpool, uno de los más afectados-. No puedo respetar más la Copa África, es un torneo muy interesante, pero que se juegue a mitad de la temporada es un problema obvio. Haberla pasado a enero es una verdadera catástrofe para nosotros”.
Si Liverpool perderá a Salah (quiere reemplazarlo contratando al ascendente extremo colombiano del Porto, Luis Díaz-), a Mané y a Keita; el Chelsea se quedará sin su arquero titular, el senegalés Édouard Mendy, el Manchester City, sin su delantero argelino Riyad Mahrez; el Arsenal tendrá varias bajas como Tomas Partey (Ghana), Mohamed Elneny (Egipto), y los delanteros Pierre Emerick Aboumeyang (Gabón) y Nicolás Pepé (Costa de Marfil); el Crystal Palace sin los marfileños Wilfried Zaha y Cheikhou Kouyaté. Así como el Manchester United deberá prescindir de otros dos marfileños, Eric Baily y Amad Diallo, el Leicester del nigeriano Kelechi Iheanacho; y el Watford, del senegalés Ismaila Sarr.
Si la Premier League inglesa pierde 39 jugadores que se van a la Copa África, la serie A italiana se quedará sin 22. Entre ellos, el marcador central senegalés del Nápoli, Kalidou Koulibaly, el volante marfileño del Milan, Franck Kessie y el delantero senegalés del Cágliari, Keita Baldé.
Por su parte, la Liga Española perderá a once jugadores, que se quedarán, al menos, sin dos fechas del torneo y dos llaves de la Copa del Rey sólo por participar en la fase de grupos de la Copa África pero de llegar a la final podrían perderse hasta cuatro fechas del torneo y hasta cuartos de final de la Copa.
El más perjudicado es el Villarreal, que no podrá contar con Aissa Mandi (Argelia), Serge Aurier (Costa de Marfil) Samuel Chukweze (Nigeria) y Boulaye Dia (Senegal), así como el Sevilla perderá a sus tres marroquíes, el arquero Yassine Bono, y los delanteros Munir El Haddadi y Youssef En Nesyri, mientras que otro marroquí, Abde, está tratando de ser convencido por el Barcelona para no marcharse. Cadiz pierde a Akapo (Guinea Ecuatorial), Mallorca a Baba (Ghana) y Alavés a Loum (Senegal).
En Segunda División, Kenneth Omerou (Leganés) y Umar Sadiq (Almería), ambos convocados por Nigeria, se pueden perder desde la fecha 23 hasta la 26, de acuerdo a cómo les vaya a sus equipos.
La más afectada de las cinco ligas más fuertes es, sin dudas, la francesa, que por una cuestión cultural y tradicional es la que más africanos contrata para sus equipos y que perderá a 51 jugadores. Entre ellos el lateral derecho marroquí Achraf Hakimi, el defensor Abdou Dialló y el volante Idrissa Gueyé, ambos senegaleses, y el delantero camerunés del Olympique de Lyon Karl Toko Ekambi.
En Países Bajos, el Ajax deberá a resignarse con dejar ir por un mes a su gran goleador marfileño Sebastien Haller (autor de diez goles en seis partidos en la fase de grupos de la Champions League), y en la Bundesliga, el Bayern Munich deberá hacer lo propio con el delantero Eric Choupo-Moting.
Otra novedad de la Copa África será la actuación del cuarteto arbitral femenino, compuesto por una árbitra, dos asistentes y una asistente en el VAR como ocurriera en el Sub-17 africano de 2019, como parte de un total de 24 árbitros, 31 asistentes y 8 VAR de los 36 países del continente. La árbitra principal será la ruandesa Salima Mukasanga, las dos asistentes serán la camerunesa Carine Atemzabong y la marroquí Fatiha Jermoumi, y la asistente del VAR será también de Marruecos, Bouchra Karboubi, y las cuatro integrarán siempre un mismo equipo para los partidos.
También habrá, como en las pasadas Eurocopa y Copa América, dos árbitros invitados de otra confederación, en este caso de la Concacaf (América del Norte, Central y el Caribe), el guatemalteco Mario Escobar como árbitro principal, y el mexicano Fernando Guerrero, como asistente del VAR.
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