Novak Djokovic continúa aislado en el hotel de migrantes de Melbourne a la espera que un guiño judicial cambie su destino en medio del escándalo internacional que lo tiene en el centro de la escena luego que no le permitieran entrar a Australia para disputar el Grand Slam alegando que su visado y su exención médica no son consistentes.
Mientras la fecha de definición está colocada para el próximo lunes, cuando las autoridades deberían dar su veredicto final, los abogados del serbio realizaron una presentación para respaldar la apelación. El foco principal indica que Nole tuvo una exención médica para entrar al país organizador del Australian Open porque tuvo coronavirus semanas atrás.
“La fecha de la primera prueba PCR positiva de COVID se registró el 16 de diciembre de 2021″, señala el documento citado por los medios australianos. Sin embargo, no presentó fiebres u otros síntomas en las 72 horas posteriores a ese test positivo.
El diario local The Age destacó que en los documentos legales que presentaron sus letrados Djokovic “afirma tener tres motivos de apelación contra la cancelación de su visado”.
Más allá del testeo positivo en diciembre pasado, afirmaron que se le negó un “proceso justo” y eso está apoyado a las entrevistas que le realizaron las autoridades en el aeropuerto de Melbourne, donde no tuvo “acceso a su equipo legal”.
Al mismo tiempo, sus justificaciones buscan plantear que la decisión de revocar su visado va en contra de los consejos que realizaron los expertos del Grupo Asesor Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI) que asesora al Ministro de Salud en esta pandemia. En sus papeles, afirma que recibió la visa para entrar a Australia el 18 de noviembre y el 30 de diciembre le dieron el certificado de exención del director médico de Tennis Australia donde se respalda el permiso especial porque tuvo COVID-19.
Su equipo jurídico advirtió que el primer día de enero de este año, el tenista serbio de 34 años recibió una documentación del Departamento de Interior relacionada a su “declaración de viaje a Australia”. Ese informe indica que la “declaración de viaje de Australia había sido evaluada” y que sus “respuestas indican que cumplió los requisitos para una llegada libre de cuarentena a Australia”, según replicó el citado diario The Age.
Al mismo tiempo, la Agencia AFP afirmó que los abogados también le pidieron a las autoridades que Djokovi sea “trasladado del centro de detención de Melbourne” –en referencia al hotel de migrantes donde está aislado– para “poder entrenar” antes del Australian Open que se iniciará el próximo 17 de enero de manera oficial.
El relato del lado del deportista también permitió conocer detalles sobre lo que pasó durante las más de siete horas que transcurrieron desde que aterrizó en Melbourne y se definió la revocación de su documentación. Nole dijo que fue entrevistado durante media hora poco después de llegar a ese país, pero que demoraron casi cuatro horas en advertirle que era “probable que cancelaran” su visa.
Djokovic pidió asesoramiento y también alegó que le permitieron dormir durante algunas horas en la madrugada. Sin embargo, detalló: “Lo despertaron poco tiempo después y lo presionaron para que tomara una decisión sobre si aceptaba la cancelación de la visa”, dicen en The Age. El número 1 del ranking ATP “cedió” ante esas presiones y finalmente revocaron sus permisos.
Cabe destacar que Nole ya había tenido coronavirus en junio del 2020 luego de organizar un polémico torneo de tenis exhibición en Serbia en uno de los momentos más sensibles de la pandemia, lo que le valió una lluvia de críticas.
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