La novela que tiene como principal protagonista a Novak Djokovic sigue sumando capítulos luego de que el número 1 del tenis apelara su deportación de Australia, a raíz de que las autoridades fronterizas revocaran su visa por no estar vacunado contra el COVID-19.
Desde el gobierno del país oceánico informaron que el serbio no será expulsado de inmediato. El abogado del Estado Christopher Tran aseguró que Australia no prevé proceder a dicha expulsión antes de que se celebre esa audiencia, prevista el lunes.
Mientras Nole se encuentra en el Park Hotel de Melbourne, un establecimiento que fue calificado por el presidente de Serbia como “infame”, Jelena Djokovic, pareja del deportista, rompió el silencio mediante un posteo en su cuenta de Instagram en el marco de la Navidad ortodoxa.
“¡Feliz Navidad a todos los que la celebran hoy! ¡Paz de Dios!. Mis deseos son que todos estén sanos, felices, seguros y juntos con sus familias. Me gustaría que mi familia estuviera junta hoy, pero me reconforta saber que al menos estamos sanos. Y creceremos a partir de esta experiencia”, comenzó su relato. Y luego, añadió: “Gracias queridas personas de todo el mundo por usar su voz para enviarle amor y apoyo a mi esposo. Respiro profundamente para calmarme y encontrar gratitud (y comprensión) en este momento por todo lo que está sucediendo. La única ley que todos deberíamos respetar en todas las fronteras es el amor y el respeto por otro ser humano. El amor y el perdón nunca son un error, sino una fuerza poderosa. ¡Les deseo a todos lo mejor! 🙏🎄”.
El tenista de 34 años había tramitado la exención que le permitía jugar el Abierto de Australia sin estar vacunado, sin embargo hubo un problema con su visado por el cual estuvo varias horas detenido hasta que fue trasladado al “hotel del horror”, establecimiento que genera críticas en los habitantes de Melbourne y sus paredes están llenas de protestas relacionadas con las detenciones. Allí, además de Nole, se hospedan actualmente decenas de refugiados detenidos que fueron trasladados a Australia desde lugares como Papua Nueva Guinea, la isla de Manus, Nauru o Irak.
Según el diario Telegraf, Aleksandar Vučić, presidente de la República de Serbia, reconoció que Djokovic solo le pidió que lo ayude a “escapar del horrible hotel” y así poder esperar a la definición de su futuro en la casa que había alquilado en Australia para permanecer durante la disputa del primer Grand Slam del año. Por el momento, pasará sus días junto a los inmigrantes de un recinto que genera polémica en Melbourne.
Otro de los integrantes del círculo íntimo del deportista que fue crítico de la situación fue Srdjan Djokovic, padre del tenista. En una conferencia de prensa intentó convertir a su hijo en una especie de mártir y hasta lo comparó con personalidades religiosas. “Novak demuestra que es parte de este mundo liberal. Jesús fue crucificado en la cruz, y todo le fue hecho, pero él está vivo entre nosotros incluso ahora. Ahora Novak está siendo crucificado, le están haciendo de todo. Pero él resistirá, como nosotros hemos soportado. Estuvimos allí hace 150 años, nos bombardearon, nos oprimieron, nos destruyeron”, manifestó.
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