México ha sido cuna de boxeadores exitosos a lo largo de la historia. Aunque son varios los personajes que han logrado campeonatos mundiales y forjado leyendas vivas, pocos han logrado trascender y mantener el éxito deportivo a la par del económico. Saúl Álvarez es, quizás, el exponente más reconocido en la actualidad por las ganancias que ha logrado a lo largo de 16 años de trayectoria. En una entrevista recordó los consejos que lo hicieron llegar a la cima del deporte mundial.
En un material difundido por el canal de YouTube Little Giant Boxing, el boxeador recordó que en su infancia tuvo la necesidad de ayudar al negocio familiar y vender paletas en los camiones de Guadalajara, Jalisco. Sin embargo, su destino cambió cuando incursionó en el boxeo y comenzó a entrenar en el gimnasio de José Chepo Reynoso. Desde entonces, fueron necesarias otras condiciones para lograr el triunfo que hoy se le reconoce ampliamente.
“Yo vendía paletas en los camiones y hoy estoy aquí. A eso voy, donde quiera que estés y tú visualizas algo o ves algo, nada más ten en cuenta que tienes que estar en el lugar indicado, en el momento indicado, que ames lo que haces y que respetes lo que haces”, declaró en una entrevista.
Y es que el panorama para el mejor libra por libra del momento no siempre estuvo caracterizado por la bonanza. A pesar de sus cualidades notables desde su paso por la división amateur, la retribución económica no era la más adecuada. Fue hasta que debutó en el circuito profesional cuando comenzó a recibir pago por cada una de sus peleas, aunque estaban muy lejos de ser las cifras que se ha embolsado en las mejores arenas de Estados Unidos.
“El boxeo lo empecé porque me gusta, porque amo el boxeo y viene de la mano el negocio. Cuando debuté, gané 800 pesos y no me importó. Me sacrificaba dando el peso desde niño, ganando nada, pero lo que me importa es el boxeo. Amo el boxeo, amo el boxeo y después empecé a vivir de él. Vino de la mano el negocio”, recordó a ESPN en vísperas de su pelea contra Gennady Golovkyn en 2017.
El día mencionado por Álvarez fue el 29 de octubre de 2005, cuando enfrentó a su primer rival profesional, Abraham González, en una Arena de Tonalá, Jalisco. Como la gran mayoría de los debutantes, se batió en cuatro rounds y venció por la vía del nocaut técnico a 18 segundos de finalizar la pelea en el último asalto. De esa forma, su labor le otorgó una retribución de MXN 200 por capítulo.
Después de ganar cinturones regionales y juveniles, se abrió paso para convertirse en campeón mundial de peso superwelter. Más tarde, se animó a retar a Floyd Mayweather Jr., pero obtuvo la única derrota en su historial. Le siguieron rivales como Miguel Cotto, Amir Khan, Liam Smith, Julio César Chávez Jr. GGG, Sergey Kovalev, entre otros a los que venció y logró aumentar su palmarés.
A la par, comenzó a forjar su emporio económico. Desde 2012 decidió establecerse en Estados Unidos y su fama comenzó a crecer notablemente, de tal suerte que se ha convertido en uno de los púgiles más taquilleros de dicho país. Tan solo en 2021, cuando retó y venció a todos los monarcas de las 168 libras para convertirse en el primer campeón indiscutido de la historia, se adjudicó cerca de USD 205 millones.
Así, como una de las celebridades mejor pagadas y consolidado como uno de los mejores atletas del mundo, Canelo buscará aumentar su legado en 2022. El primer reto será vencer al campeón de las 200 libras por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y buscar su quinta corona. A pesar de ello, no descarta volver a peso supermediano o iniciar una campaña entre los semipesados para hacerse de más títulos.
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