A medida que pasan las horas, la situación que vive Novak Djokovic en Australia se vuelve cada vez más tensa. El actual número uno del tenis mundial permanece alojado en el Park Hotel de Melbourne, un establecimiento calificado como “infame” por el Gobierno de Serbia, argumentando que allí se alberga a los detenidos que fueron trasladados a Australia desde la isla de Manus y Naur.
Según aseguró el periódico serbio Telegraf, el tenista de 34 años se encuentra “cautivo” bajo una custodia policial y privado de sus cosas, a excepción de un teléfono móvil. Fue desde ese mismo celular desde donde envió un mensaje a su familia que posteriormente hizo público su hermano Djordje en medio de la conferencia de prensa a la que se presentó junto a su padre Srdjan.
“¡Dios todo lo ve! La moralidad y la ética como los más grandes ideales son las estrellas que guían hacia la elevación espiritual. Mi gracia es espiritual, y su riqueza material”, fue el escueto mensaje que le envió el nueve veces campeón del Abierto de Australia a su familia desde Melbourne.
Al mismo tiempo, Djordje –que fue el director del Adria Tour, el torneo organizado por Nole y que generó gran escándalo en pandemia– aseguró: “Novak no violó ningún protocolo. Tenía documentación al igual que los tenistas que ingresaron al país. Cuando llegó a Australia sufrió una gran ofensa diplomática”.
“Fue interrogado por funcionarios de aduanas fronterizas. Durante 45 minutos pudo comunicarse con su familia y luego le quitaron el teléfono y no pudimos comunicarnos con él durante tres horas y media. Después se tomó la decisión de que no se le otorgaría la visa para permanecer en Australia y que no podría defender su título y establecer un récord”, relató sobre cómo vivió su hermano las primeras horas de detención.
“Mi hermano no es un criminal sino un atleta. La última noticia que tenemos es que el tribunal ordenó a las autoridades que no lo deportaran hasta el lunes por la mañana. Inmediatamente después se enteró de que no lo van a dejar entrar a Australia por los próximos tres años”, afirmó Djordje, aunque estas informaciones todavía no fueron hechas públicamente por agentes estatales.
Antes de que la familia se presentara en una rueda de prensa, fue el padre de Nole el primero en alzar la voz a través de unas declaraciones al portal serbio Sputnik: “Esta es la lucha por la libertad del mundo, no es sólo la lucha por Novak, sino una lucha de todos”. “Si no lo liberan en la próxima media hora, lucharemos por su libertad en la calle”, había advertido Djokovic el miércoles por la tarde, mientras su hijo esperaba la decisión de las autoridades fronterizas australianas sobre su visado.
Las autoridades del país oceánico finalmente revocaron el visado de Djokovic, quien llegó a la ciudad de Melbourne con una exención médica que le permitía participar en el Abierto de Australia sin estar vacunado.
A pesar de estar “en un cautiverio australiano”, como definió la situación que atraviesa su hijo, el padre de Nole afirmó que “nunca ha estado más libre”. “Desde este momento, Novak se ha convertido en símbolo y líder del mundo libre, del mundo de los países y pueblos pobres y oprimidos”, agregó.
Los abogados del tenista recurrieron la revocación y un tribunal australiano analizará el recurso el próximo lunes. El serbio, en tanto, esperará la decisión sobre el recurso en el Hotel Park de Melbourne, mientras que el Gobierno de Serbia continúa exigiendo su traslado a una casa particular.
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