Guatemala está de luto tras la muerte de un jugador de 25 años. Se trata de Marcos Menaldo, quien cayó desplomado en el entrenamiento que llevaba a cabo con Deportivo Marquense. Este caso vuelve a poner sobre la lupa los casos de fallecimientos en las práticas o encuentros de fútbol.
Menaldo sufrió un desmayo en la primera práctica del año que desarrollaba con el Deportivo Marquense, elenco de la Liga de Ascenso, del fútbol de Guatemala. El defensor central de 25 años fue trasladado de inmediato a una clínica, pero no pudieron reanimarlo.
“Expresamos nuestras más sentidas muestras de condolencia y solidaridad y nos unimos al pesar de su familia, rogando a Dios les conceda resignación y fortaleza espiritual”, publicó la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala.
“Él estuvo haciendo el trabajo físico normal. Al finalizar su ronda él manifestó que estaba cansado, que le costaba respirar y luego se desmayó. Eso es lo que se sabe”, expresaron desde el cuerpo médico del equipo.
“Luego de brindar los primeros auxilios, fue al hospital privado (Hospital de Especialidades en San Marcos) y lamentablemente al poco tiempo informaron que había fallecido”, agregaron.
Incrédulo, como todos, el presidente del club, Hernán Maldonado, habló con la prensa y se mostró constarnado por el fatal desenlace: “No sale uno del asombro. Una persona joven, dinámica y jovial, le llega a suceder esto. Es bastante fuerte e impactante porque se pierde no solo a un jugador, se pierde a un amigo. Dios tiene sus planes y sus propósitos, pero lamentablemente tenemos el deceso”.
“Fue alrededor de las 11 que me llamaron para informarme que Marcos se había desvanecido en el entrenamiento y lo trasladaron al centro asistencial donde hicieron todo lo posible, pero lamentablemente se confirmó el deceso”, continuó el dirigente sobre el hecho que ocurrió el lunes y enlutó al mundo del fútbol.
Luego de realizar todas las divisiones inferiores en Deportivo Marquense, Marcos Menaldo tuvo su primera experiencia en Europa cuando en la temporada 2015/16 se integró a la Academia Marcet en Barcelona, España.
Además, se desempeñó en el club Tecnofutbol de Cataluña y el Club Horta UD de la Tercerca División Catalana. A su regreso al Marquense, el último 12 de diciembre, se consagró campeón del Torneo Apertura de la Liga Primera División, que brinda un ascenso a la máxima categoría.
Se trata de la tercera tragedia que sufre el fútbol de Guatemala luego de la del aquero guatemalteco Dany Ortiz, quien falleció en 2004 tras chocar con otro jugador en el clásico entre su equipo Municipal y Comunicaciones. En 2001, en tanto, Johnny Aldana, otro jugador de Municipal, murió en una práctica que llevaba su equipo en la Ciudad de Guatemala tras caerle encima una portería movible.
El caso de Marcos Menaldo se suma a los más recientes de muertes repentinas en el fútbol. Como la del niño de 7 años, Izan Edward, quien el pasado 17 de diciembre murió en un entrenamiento con el prebenjamín de la Unión Deportiva Beniopa de Valencia.
O la del futbolista omaní, Mukhaled Al-Raqadi, quien perdió la vida mientras realizaba la entrada en calor de cara al partido entre Muscat FC y Suwaiq el pasado 22 de diciembre. Tenía 29 años y tras desvanecerse producto de un paro cardíaco, falleció en el hospital.
Un día después, el caso de Marín Cacic generó impacto en Croacia. El futbolista de 23 años también tuvo un colapso cardíaco mientras llevaba a cabo las prácticas con su equipo, el Nehaj de Senj. Luego de varios días en coma, se notificó su deceso.
También estuvieron los dos casos más reconocidos con final feliz. El que más preocupación provocó fue el del danés Christian Eriksen, quien en 2021 sufrió un paro cardíaco en el encuentro de su selección Dinamarca ante Finlandia por la Eurocopa. Afortundamente, el jugador de 29 años fue reanimado en el campo de juego y hoy se encuentra recuperado.
Un caso similar, pero con distinto final fue el de Sergio Agüero quien sufrió un dolor en el pecho en un encuentro entre el Barcelona y el Alavés en España. Tras los estudios, se confirmó que sufre de una arritmia que lo obligó a abandonar la práctica deportiva.
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