En 2018 Arabia Saudita tuvo un cambio histórico en el que les permitió a las mujeres poder sacar el registro de conducir. Ese punto de inflexión fue acompañado por la llegada del Rally Dakar en 2020, la carrera más dura del mundo, en un contrato por cinco años y que rondaría los 70 millones de dólares. En las calles de Yeda, donde este sábado será la largada simbólica, no se advierte un clima de fiesta y el automovilismo aún no contagia en este país que en 2021 también se estrenó en el calendario de la Fórmula 1 en dicha ciudad.
Pero las complicaciones económicas en Sudamérica y problemas climáticos, en particular en Chile y Bolivia, hicieron que este gigante de Medio Oriente irrumpa con sus dólares provenientes del petróleo y el gas y su oferta económica fue imposible de resistir para la empresa que está a cargo del Rally Dakar, Amaury Sport Organisation (ASO). De esta forma, este gigante de Medio Oriente se quedó con uno de los eventos de excelencia en el deporte motor.
Esta región apunta al denominado “turismo deportivo”, donde buscan fomentar las visitas de extranjeros con eventos de primer nivel. Es una política destinada a potenciar la economía a largo plazo más allá de sus recursos energéticos. Es una causalidad que la F1 corra en Bahréin, que abrió el camino en 2004, y que luego se incorporó Abu Dhabi que tiene la definición del campeonato y este año se sumaron Qatar (ya es la clásica apertura del MotoGP), que en 2022 tendrá su Mundial de Fútbol de 2022, y Arabia Saudita, con un circuito callejero en Yeda que ahora es el epicentro del Dakar ya que la carrera comenzará y terminará en esta ciudad.
Tan fuerte es el impacto de la F1 que el aeropuerto local hay un showcar (maqueta en escala 1 a 1) al estilo de los nuevos autos de 2022, aunque no les llama más la atención a los visitantes que los sauditas más allá de que el lugar está completamente tuneado con gigantografías de los pilotos de la Máxima, que volverá a correr aquí el próximo 27 de marzo en lo que será la segunda fecha de la temporada en un escenario urbano que se construyó en un año. En resumen, en 112 días habrán tenido dos Grandes Premios.
Se trata una localidad donde abundan edificaciones nuevas y hay un boom inmobiliario. A las afueras de la zona urbana son innumerables las construcciones de edificios. La limpieza es frecuente, hay mucha seguridad, aunque no da la sensación de que la Policía tenga mucho de qué preocuparse, salvo excepciones que pudo presenciar este medio como el caso de un hombre que cruzó mal con su pequeño hijo en una avenida y fue advertido por un oficial que cortó el tránsito y le indicó que caminó por un lugar no indicado. Si bien los autos venían a alta velocidad, la distancia entre ellos permitió que frenen sin que haya algún choque.
En pleno invierno según su calendario la temperatura no baja de los 28 grados. Durante el día el sol pega muy fuerte y hay brisa que ayuda y de noche refresca al mejor estilo de un marzo/abril en la Argentina. En medio de la pandemia hay un estricto protocolo para circular e ingresar a cualquier lugar donde se exige tener una aplicación que tiene un seguimiento personalizado.
Por las calles de la ciudad no se advierte clima de Rally Dakar que recién asoma al llegar al complejo polideportivo Rey Abdullah que tiene un estadio de fútbol y otro techado que es para el básquet y vóley, lugar que albergó la sala de prensa y las verificaciones administrativas para los pilotos y equipos. El parque de asistencia está en el estacionamiento del predio que tiene espacio suficiente para albergar a casi 1.000 vehículos, 430 que corren y el resto son de asistencia de los equipos, los que siguen la caravana de la competencia y en caso de que sea necesario ayudan ante algún inconveniente mecánico a sus competidores, salvo el día de llamada “Etapa Maratón”, donde sólo los pilotos y sus navegantes (en el caso de los autos y camiones) pueden meter mano sobre sus máquinas.
La posibilidad de que las mujeres puedan manejar se trató de un cambio histórico. “Me gusta, fue una gran novedad. No tengo auto, pero ojalá algún día pueda conducir uno”, cuenta Jurriz, que trabaja en la sala de prensa y habla un claro inglés. “Estoy aprendiendo de automovilismo, no conozco mucho, pero es interesante tener estos eventos”, agrega. “Esto es positivo para las mujeres y ojalá haya más cambios”, indica su compañera Shumie. Ambas jóvenes aceptaron el diálogo, pero aclararon que por cuestiones laborales no podían hablar demasiado.
Ellas y todos con los que se pudo interactuar se muestran respetuosos, de pocas palabras, pero agradables. Suelen agradecer por todo y ante cualquier consulta acceden sin problema y hasta se ofrecen a ayudar si alguien no entiende algo o está perdido. Son algunos de los 35,8 millones de habitantes de un país gobernado por una monarquía absoluta a cargo del Rey Salmán bin Abdulaziz. Según datos del Banco Mundial en 2020 el PBI per cápita era de 46.742 dólares.
Como referencia en la edición 2020 hubo un impacto económico de 20 millones de dólares por la visita del Rally Dakar en Arabia Saudita. Si bien eso no mueve la aguja de la economía hoy en día en este país, saben que con el correr de los años y de las décadas quizá ser una fuente importante.
Yeda fue la primera sede en recibir al Rally Dakar 2022 en este gigante de Medio Oriente que tendrá otras ocho ciudades por donde pasará la caravana de 430 vehículos. Los medios también acompañan el recorrido de más de 8.000 kilómetros y habrá más historias para contar en este diario de viaje.
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