En los últimos años los organismos que rigen el deporte mundial han tenido que reglamentar la inclusión de personas trans a diversas actividades. Es así que cada vez hay más atletas trans que hacen historia en sus países a medida que las federaciones les permiten competir y pese a los prejuicios que existen al respecto. Uno de los casos es el de Tifanny Abreu, quien cerró el año como la mejor jugadora de vóley de la Superliga de Brasil y a sus 37 años se ilusiona con llegar a la selección mayor.
Tifanny debutó en la liga de Brasil con el nombre con el que sus padres eligieron el día de su nacimiento: Rodrigo Pereira de Abreu. Sin embargo, con el paso de los años, entendió que su sexualidad no coincidía con su cuerpo. Tras varios años reclamando un lugar en los equipos femeninos de Francia, España y Bélgica, mientras formaba parte de los planteles masculinos, la jugadora en 2017 logró ser inscrita como transexual en Italia cuando jugaba en el Golem Palmi de la Segunda División de la liga femenina.
La “transición”, como ella misma la definió, inició en 2015 con una serie de tratamientos que describió en una charla con el sitio Globoesporte en la cual se refirió a quienes se oponen a que las mujeres trans tengan lugar en la categoría femenina.
“No sabemos realmente qué le hace la hormona a nuestro cuerpo antes de usarla, por lo que el pensamiento sigue siendo ‘¿nos veremos hermosas?’. Algunas chicas piensan que necesitan la hormona mediante un patrón estético, pero la hormona cambia por completo tu cuerpo, comenzando por tu fuerza física. Para ser deportista también necesitas usar un bloqueador de testosterona, el cual reduce el nivel en el cuerpo, es casi como una cirugía, hay gente que cree que es fácil, pero el bloqueador es un preoperatorio, una cirugía química, ¿qué hace eso? con eso tienes niveles de testosterona que te permiten competir. Con el bloqueador, el estradiol (hormona que se utiliza para tratar los síntomas de la deficiencia de estrógeno) actuará aún más en el organismo, dejando formas más femeninas”, explicó.
Tifanny tuvo una larga carrera en la categoría masculina, por lo que pudo notar diferencias en el juego al jugar con las mujeres: “Es totalmente diferente. Hay dos balones de voleibol completamente diferentes. Cuando la gente dice que las mujeres trans tienen una ventaja, es una opinión prejuiciosa. Hay estudios, médicos que estudian cuerpos trans, personas que tienen la propiedad de hablar y que han liberado a las mujeres trans al deporte. En lo que respecta a la biología y el cuerpo, estás siendo prejuiciada, como parte de los que no han estudiado en profundidad, que no saben lo que es ser una mujer trans en su conjunto”.
Después del tratamiento al cual se sometió para reducir los niveles de testosterona en su cuerpo, la jugadora que hoy tiene 37 años perdió potencia en sus remates y además sus saltos que podían llegar a los 3,60 metros, ahora alcanzan apenas los 3,15 metros. Por eso, insiste en que aquellos que aseguran que ella tiene algún tipo de ventaja por sobre sus oponentes, hablan sin información.
“Para el deporte es más riguroso, no basta con ser trans, tiene que estar en los niveles que exigen las federaciones, y aun así estar al nivel de competir con deportistas de alto nivel, porque no estamos compitiendo con cualquiera, estamos compitiendo con supermujeres, todas ellas de alto nivel. Entonces, el prejuicio trae este estigma y la gente cree que es así. Mientras la gente no vea a nuestros hermanos y hermanas, siempre seremos criticados y sufriremos prejuicios a diario”.
Tifanny contó que desde pequeña se sentía incómoda en su cuerpo de hombre, pero que le llevó mucho tiempo aceptar su sexualidad y su identidad. “¡Vencí el prejuicio! ¡Golpeé la vida! ¡Vencí a la depresión! ¡Hoy soy una mujer guerrera que siempre persigue sus sueños!”, exclamó eufórica.
Al ser consultada sobre qué opinaría de crear una categoría trans, fue contundente y recordó que los deportes tienen poca audiencia, mucho más los femeninos, por lo que esto sería contraproducente e irreal: “Si un deporte cis ya no se aprecia en el país, ¿cómo podemos crear un deporte trans, donde la población mundial es menos del 1%? Tenemos una atleta trans profesional, que soy yo, tal vez tengamos a Mabelly, el año que viene, ¿cómo vamos a crear una competencia si ni siquiera tenemos tantos atletas trans?”.
La jugadora del Osasco VC cerró 2021 siendo la máxima anotadora de la Superliga Femenina de Brasil, y además ostenta un promedio de 5,92 puntos por set, estadística que no alcanza ninguna otra jugadora. Por eso, se ilusiona con llegar a la selección mayor, luego de haber estado cerca de participar de los Juegos de Tokio 2020.
Por último, se refirió a quienes discriminan a las personas trans y se enfundan bajo la protección de la libertad de expresión: “La libertad de expresión no puede confundirse con las agresiones, que provocan que otras personas, por género, etnia, color de piel, sean asesinadas, pierdan su trabajo, sean despreciadas en su vida diaria”. En este sentido reconoció que las redes sociales son aún un lugar hostil: “Algunas personas creen que Internet es una tierra sin ley, pero el crimen allí se duplica. Tenemos que saber entender a la gente y que este tipo de juego no es libertad de expresión, ¡es un crimen! ¡La LGBTfobia es un delito y quien lo comete tiene que pagar!”.
SEGUIR LEYENDO: