Existen muchos entrenadores a lo largo y ancho del mundo que se destacan por ser grandes especialistas de las jugadas de pelota parada. Una táctica que suele utilizarse para sorprender a la defensa rival tanto en tiros libres como en córners o hasta saques de banda.
Pases imprevistos, corridas desde afuera del área hacia el punto de penal, romper líneas al primer o segundo palo… son muchas las formas en las que se planea el ataque con el objetivo de que el balón termine dentro de la red, pero en Japón se llevó a cabo una que ni el mejor técnico del fútbol de élite podría haber imaginado.
La jugada en cuestión se produjo durante un partido de la primera ronda del Campeonato Nacional de Fútbol de Escuelas Secundarias que se llevó a cabo en el país nipón, la cual sirvió para abrir el marcador, que culminó con la victoria por 4-2 a favor del Takagawa Gakuen sobre el Seiryo.
Corrían apenas ocho minutos del primer tiempo cuando el equipo escolar de la ciudad de Yamaguchi tuvo un tiro libre a favor por la banda derecha. A partir de allí, la llamativa acción comenzó a tomar forma.
Junto a la pelota se posicionaron dos jugadores. Dentro del área se ubicó un delantero para esperar el centro mientras que el resto de los compañeros se acomodaron en el sector izquierdo al borde del área. Lo sorprendente fue el método de distracción que utilizaron, al formar una ronda, tomarse de las manos y empezar a girar como si fueran un carrusel ante la atenta mirada de los defensores.
Finalmente, se soltaron y comenzaron a correr en direcciones distintas desorientando a los rivales. La pelota llegó al segundo palo y allí apareció Haruki Hayashi para impactar el balón de cabeza y completar a la perfección la jugada planificada con anterioridad.
La ventaja iba a permanecer hasta los 38 minutos, cuando Nobuaki Kamai del Seiryo igualó el marcador. Sin embargo, al inicio del segundo tiempo el Gakuen volvió a ponerse en ventaja con un tanto de Keigo Nakayama.
A partir de los 70 minutos se produjo un ida y vuelta muy colorido en el NHK Spring Mitsuzawa Stadium ya que en ese momento llegó la igualdad nuevamente del conjunto visitante. Ocho minutos después, los aficionados del equipo local festejaron el 3-2 con una nueva conversión de Hayashi y finalmente, a los 79 Nakayama fue protagonista de su doblete para decretar el 4-2.
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