Desde que salió a comprar cigarrillos en Nápoles el pasado 25 de noviembre de 2020, día de la muerte de Diego Armando Maradona, la vida de su hermano Hugo no fue la misma. El kiosquero le expresó sus condolencias pero fue la llamada de su hija desde Miami la que terminó de alertarlo sobre una noticia que lo golpeó muy duro. Había fallecido su hermano mayor pero también su máximo ídolo, a quien definió como un “marciano” cuando era solamente un niño que también soñaba con ser futbolista profesional.
Hugo Hernán Maradona tenía solamente 10 años cuando apareció primera vez en cámara, en 1979, y el periodista Eduardo Carpio lo interrogó sobre sus cualidades futbolísticas y la ilusión de llegar a jugar como Diego Armando, quien ya en esa época se perfilaba como el elegido para ser el mejor de todos los tiempos.
“¿Cómo es Diego como hermano?”, preguntó Carpio. Hugo no dudó ni un segundo en mostrar toda su admiración por él. “Es un fenómeno. Es mi mejor amigo, mi mejor hermano, nos trae todo”. Al lado de Lalo, comentó que jugaba de ‘9′ y, al ser consultado sobre si pensaba llegar a ser como el Pelusa, dejó una respuesta que quedó para la historia: “Nunca pensé llegar a eso, porque mi hermano es un marciano. No se puede discutir.”
Mientras Diego Armando Maradona ponía su nombre en la cima, el Turquito se abría paso en la Primera División del fútbol argentino con solamente 16 años. Hizo su estreno profesional también en Argentinos Juniors, lo que generó comparaciones inmediatas. Sus carreras futbolísticas los llevaron a estar constantemente a kilómetros de distancia, porque Hugo también paseó por diferentes países, aunque en clubes de menos calibre y con el apellido de un fuera de serie sobre sus espaldas.
El fútbol los reunió en momentos muy puntuales. Como cuando el Granada había arreglado la transferencia de Lalo Maradona desde Boca y necesitaba reunir fondos para pagarla, por lo que los tres hermanos participaron de un partido contra el Malmö de Suecia que se disputó el 15 noviembre de 1987. También Hugo y Diego fueron rivales, cuando el Napoli cedió al Turco al Ascoli (su hermano pidió que lo compraran) y con esa camiseta enfrentó al Diez en un inolvidable partido en el San Paolo.
No obstante, siempre fueron muy cercanos. Diego lo llamaba Gordo, mientras que Hugo le decía Pelu. Y tenía tanta confianza que hasta se tomaba el atrevimiento de criticar su juego. Mientras todo el mundo veneraba a Diez, el Turco tenía la potestad para darle consejos. Fue el propio Diego Maradona quien le atribuyó la responsabilidad de su definición en el histórico Gol del Siglo.
“A este gol le puse “Gracias al Turco”. ¿Se acuerdan cuando fui a jugar a Wembley, que perdimos 3-1, hice una jugada parecida con los ingleses? Cuando me salió Clemence, se la toqué a un costado y se me fue”, lo había recordado Diego durante su show “La Noche del Diez” que condujo durante 2005.
“¿Por qué no le metiste la pelota para afuera y la empujaste?”, lo criticó Huguito, con solamente 11 años, cuando su hermano regresó de esa gira con la Selección Argentina en 1980. No lo olvidó nunca. Y esas palabras retumbaron en su mente en medio de su trayecto en el césped del Estadio Azteca, mientras dejaba en el camino a los futbolistas ingleses. Al quedar mano a mano con Peter Shilton, lo eludió como le pidió el Turco. Y anotó el mejor gol que jamás se haya visto en una Copa del Mundo.
“En el Mundial me pasa esto. Me acuerdo siempre de cómo me puteó mi hermano. Me dice eso mi hermano, me acuerdo y gracias al Turco hago el gol”, reconoció el Diez.
A poco más de un año de la muerte de Diego, ese suceso que generó conmoción mundial, Hugo también perdió la vida. Hace un mes dio una entrevista a ESPN desde Nápoles, la ciudad que se paraliza al escuchar el apellido Maradona. En los últimos ocho años de manera ininterrumpida su residencia estuvo en Italia, más precisamente en Monte di Procida, dentro de la región de Campania, a 20 minutos del estadio del Napoli.
“Es un día difícil. Pero bueno, hay que recordarlo con alegría. Queremos que pase el día rápido. Aparte se te pasan miles de recuerdos por la mente y es duro. Prometí no llorar, pero es duro. Acá en Napoli es impresionante como lo quieren. No vivo acá en la ciudad, vivo a 20 minutos del estadio. Pero el recuerdo de la gente es impresionante y el respeto”, dijo el Turco en esa charla con el programa ESPN F90.
Diego había elegido a Lalo como padrino de su primera hija, Dalma, y luego escogió al Turco como padrino de Gianinna, la segunda hija de su relación con Claudia Villafañe.
La pandemia, la diferencia horaria y los kilómetros de distancia hicieron que las comunicaciones entre ambos no fueran sencillas. Aunque solían llamarse por teléfono cuando podían para tener charlas irrelevantes, hacerse chistes. Pocos días antes de la muerte de Pelusa, el Turco habló con su hermano. “Fue el sábado anterior no, el otro. Le había dejado un mensaje y me llamó como a las 3 de la mañana. Y él me llamó y me preguntó ‘¿estás durmiendo’? y yo le contesté: ‘no, estoy jugando a la Playstation”, recordó entre risas.
Y siguió en su relato: “Lo noté bien, tranquilo. Estaba un poco aburrido y no lo noté que estaba mal. Después sí me sorprendió que me haya llamada viendo el horario de diferencia. Pero eso son conjeturas que uno hace”.
Esos diálogos quedaron en la memoria de Hugo hasta su último día. “Hay noches que me despierto y me está hablando. Cuando lo sueño siempre lo encuentro hablándome. Me pregunta cómo estoy. ‘¿Cómo estás gordo? ¿Cómo estás cabezón?’”, expresó al recordarlo este año en una entrevista al programa Súper Deportivo Radio de Radio Villa Trinidad.
En esa ocasión, habló sobre sus pensamientos y un reencuentro de Diego Maradona con sus padres, Doña Tota y Chitoro. “Me imagino a Diego llegando al cielo y mi viejo esperándolo con un asado y mi vieja preparando la mesa. Le hubiese dicho a Don Diego: ¡Dale papá, apurá el asado!”, fantaseó.
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