El año 2021 fue un periodo histórico para el boxeo mexicano. Por primera vez en la historia, un púgil nacido en el territorio nacional logró unificar todos los títulos de su división. Tras un periodo de inactividad por la pandemia del virus SARS-CoV-2, Saúl Álvarez se propuso y logró la proeza en las 168 libras. Lo que parecía un reto ambicioso, fue consolidado por el Canelo a lo largo de tres peleas, las cuales tuvieron origen con la victoria ante Callum Smith.
El ansiado regreso tras un año sin boxear en una exhibición fue contra quien, entonces, dominaba en peso supermediano. Callum Smith, el inglés que poseía las fajillas del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la revista The Ring, representó el primer obstáculo. Sin embargo, tras sobreponerse por medio de la decisión unánime, el mexicano comenzó el arduo trayecto para despojar a los otros dos monarcas.
Antes de ello, el CMB, presidido por Mauricio Sulaimán, decretó que para continuar con el camino, Álvarez debía defender los cinturones ante un rival proveniente de Turquía. Fue así que en febrero de 2021 realizó su primera pelea del año en contra de Avni Yildirim. La decisión avivó la polémica, pues gran parte de los expertos en el deporte denunció que el retador obligado no representaría verdadera dificultad para Canelo.
La previsión fue acertada. Al campeón unificado le bastaron nueve minutos para finiquitar el encuentro. Incluso, algunos personajes señalaron que el camino de Álvarez al ring, que fue musicalizado por un performance protagonizado por J Balvin, duró más que el espectáculo al interior de los ensogados. El primer round transcurrió conforme a lo habitual, pues ambos peleadores aprovecharon para medir la capacidad mutua.
En el segundo episodio, el turco recibió los guantazos del mexicano sin emitir respuesta alguna. Fue entonces cuando un par de ganchos de Canelo apaciguaron el ánimo de Yildirim. Al filo de los dos minutos en el tercer round, Canelo soltó una ráfaga que provocó la caída del contrincante. Aunque se puso de pie y terminó hasta el campanazo, ya no salió a disputar el cuarto rollo y Álvarez se anotó la victoria por nocaut técnico.
Con la defensa cumplida, el Canelo Team fijó la mirada en el monarca avalado por la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Billy Joe Saunders, campeón británico que presumía un récord invicto de 30 pleitos, aceptó el reto. La oportunidad de recolectar tres cinturones en una exhibición lo llevó a prepararse para una noche histórica. Incluso, recibió el apoyo del campeón de peso completo Tyson Fury, pero el rumbo de la pelea fue abismalmente diferente al que imaginó.
Para la pelea realizada el 8 de mayo, Canelo se enfrentó a un rival que ejerció mayor resistencia. Aunque el mexicano tomó las riendas del encuentro en los primeros episodios, desde el quinto cedió el control a Saunders. El británico impuso su estilo, aprovechó la desesperación de Saúl y contó con la posibilidad de llevarse el triunfo. Sin embargo, una charla con Eddy y el aliento de los asistentes al AT&T Stadium cambiaron el panorama.
En el octavo round, Canelo decidió esperar por el momento adecuado para contragolpear. En el intento por herir al mexicano, Saunders ejecutó un par de volados de derecha que no cumplieron su objetivo y lo dejaron a la deriva. En ese momento, Álvarez lanzó un poderoso upper que derivó en la fractura del hueso orbital de su rival. Aunque finalizaron el episodio, Saunders no salió al noveno y perdió por nocaut técnico.
Con cuatro de los cinco títulos en su poder, Álvarez lanzó el reto definitivo al único campeón que le quedaba en el camino. La reyerta contra Caleb Plant fue la más esperada del año porque, por primera vez en la historia, las 168 libras conocerían a un campeón indiscutido. El pleito se programó para el 6 de noviembre, pero en el camino las declaraciones y ataques verbales provocaron un cambio en la personalidad de Canelo.
El día de la verdad llegó y el tapatío se lanzó al ataque desde el primer instante. No esperó a medir las cualidades de Sweet Hands y mostró su lado más agresivo. Más que el título, en juego estaba su orgullo personal, gracias a la actitud hostil que el estadounidense demostró en los meses previos a la pelea.
El reto fue el más duro de los tres en el 2021. El obstinado Plant se negó a caer y soportó los embates del mexicano. La resistencia fue tal que por un momento aparentó tener oportunidad de ganarle sus cinturones a Álvarez por la decisión. Sin embargo, el mexicano cumplió su palabra, de nuevo, gracias a una charla con Eddy Reynoso.
Luego de la fugaz visita a su esquina al término del décimo round, Canelo Álvarez salió dispuesto a concretar el cloroformo. Un golpe en el rostro hizo trastabillar a Plant, quien se negó a caer. Cuando se recargó en las cuerdas, el mexicano aprovechó la vulnerabilidad y con cinco golpes más volvió a derribar al Sweet Hands. El mexicano cumplió su promesa y consolidó el nocaut número 39 en su pelea número 60.
Fue así que Saúl Álvarez Barragán dio un paso al frente de exponentes históricos como Julio César Chávez, pues ningún nacido en el territorio nacional había logrado el campeonato indiscutible. Convertido en el rey de las 168 libras, en el año 2022, Canelo buscará la corona en su quinta división de peso cuando enfrente al monarca del CMB en peso crucero.
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