La temporada en la Fórmula 1 llegó a su fin con un apasionante desenlace entre Lewis Hamilton y Max Verstappen. Sin embargo, a 11 días de aquella última vuelta en Abu Dhabi, los dos protagonistas continúan dando de qué hablar. Después de que Toto Wolff encendiera las alarmas con unas declaraciones sobre un posible retiro del británico, desde los Países Bajos, fue el propio piloto neerlandés el que amenazó con dejar la Máxima.
En conversaciones con la cadena televisiva Ziggo Sport, el joven piloto de 24 años aseguró que si su ingeniero de carreras Gianpiero Lambasie decide irse, él también lo hará sin lugar a dudas: “Le he dicho que solo trabajo con él. Tan pronto como se detenga, yo también lo haré”, advirtió.
“Por supuesto, a veces podemos ser bastante estrictos entre nosotros, pero yo también quiero que sea así. Él tiene que decirme cuando estoy siendo un idiota y yo tengo que decírselo. Siempre le dije eso”, explicó Mad Max. Y agregó: “Él también puede decirme eso en la radio, pero ha ido muy bien últimamente”.
¿Quién es Gianpiero Lambiase y por qué se convirtió en una persona indispensable para la continuidad de Max Verstappen en la Fórmula 1?
La relación entre estos dos profesionales comenzó días antes de que se llevara a cabo el Gran Premio de España del 2016. En aquel entonces, el joven piloto de 18 años arribaba a Red Bull desde Toro Rosso para reemplazar a Danill Kvyat por el resto de la temporada.
Lambiase ya estaba allí, trabajando como ingeniero a cargo de todas las comunicaciones que salían desde los boxes hacia el monoplaza que por ese entonces ocupaba Kvyat. El británico con nacionalidad italiana, que se había unido a la escudería austríaca en 2015 en lugar de Guillaume Rocquelin, comenzó su camino por la F1 de la mano de Jordan en 2005 (Hoy Racing Point), equipo con el que trabajó durante 10 años.
Su vínculo no pudo empezar mejor, después de que el neerlandés se hiciera con su primera victoria en Barcelona, convirtiéndose en el ganador más joven de la historia de la Fórmula 1. A partir de ese momento ambos crecieron mutuamente hasta que finalmente en este 2021 pudieron brindar por el título conseguido.
“Somos bastante directos el uno con el otro. A veces por la radio puede parecer que estemos enfadados entre nosotros. Lo único que ocurre es que hay un problema en la pista que hay que solucionar. La gente incluso piensa que después de la carrera nos disculpamos el uno con el otro, pero no es así. Tenemos una buena relación y me gusta mucho trabajar con él. Los dos queremos ganar y empujarnos el uno al otro”, explicó Lambiase en el sitio oficial de Red Bull.
En el pasado Mad Max ya había expresado el afecto que tiene por su ingeniero de carreras, que no es el mismo que el de Checo Pérez (que de hecho tuvo a Lambiase en su paso por Force India): “Creo que ambos somos muy sencillos. Somos muy honestos. Y podemos decirnos cuando hacemos un mal trabajo. Me gusta eso”, aseguró el año pasado en diálogo con la revista GP Racing.
“El también es un tipo que no habla demasiado. La comunicación tan breve y rápida es para mí lo mejor y, a lo largo de los años, también nos vamos conociendo. Se pasan mucho tiempo juntos. A veces creo que ya puede adivinar lo que iba a decir”, agregó.
Recientemente, Christian Horner, director del equipo austriaco, también se refirió a la relación entre ambos protagonistas: “Creo en Gianpiero y Max, la dinámica entre los dos, a veces te preguntas quién es el ingeniero y quién es el conductor. Es confuso saber cuál es cuál. Se conocen muy bien. GP (Gianpiero) hace un gran trabajo manejando a Max en la pista y la forma en que diseña el auto, y esa relación es crucial, porque es la interfaz clave entre el piloto y su equipo”.
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