En medio de la crisis que atraviesa, el FC Barcelona ha apostado esta temporada por varios canteranos que se han destacado en el terreno de juego del Camp Nou. Pedri, Nicolás González, Ferrán Jutglà y Álex Balde son algunos de los ejemplos, pero sin dudas uno de los que más ha sobresalido ha sido Gavi.
El mediocampista de apenas 17 años es señalado por los expertos como el sucesor de Xavi Hernández, su actual entrenador. El futbolista ha sido tentado en los últimos años por poderosos como el Manchester City y el Real Madrid, pero eligió quedarse en la Masía y esperó su debut en el cuadro blaugrana. Este año se convirtió en el jugador más joven de la historia en debutar en la selección mayor española y lo hizo nada menos que en la semifinal de la Liga de las Naciones de la UEFA, ante Italia en el estadio San Siro de Milán.
Esta semana su apellido ha estado en boca de todos, no por su juego, sino por un curioso detalle captado por las cámaras de televisión. Es que Gavi juega al fútbol con los cordones desatados. Cuando salta al campo suele tenerlos ajustados, pero con el correr de los minutos éstos se le sueltan y, en alguna ocasión, son sus propios compañeros los que se acercan para atarlos nuevamente.
El periodista español Marc Marbà reveló que el futbolista nunca aprendió a atarse los cordones. En una entrevista emitida por el canal catalán Betevé, uno de los entrenadores de las divisiones inferiores del Betis, club en el que se inició el mediocampista, aseguró: “Tiene tanta prisa por jugar que no pierde el tiempo atándose los cordones”. Y junto a ese aparecieron varios testimonios que afirman que es algo que a Gavi le pasa desde pequeño, ya que nunca aprendió a hacerlo correctamente, debido a que una vez que se coloca el calzado, sale disparado para jugar.
Pablo Martín Páez Gaviria, con contrato en el FC Barcelona hasta 2024, nació en la localidad de Los Palacios y Villafranca, Sevilla, el 5 de agosto de 2004 y se inició jugando al fútbol en el Liara Balompié local y de allí pasó a integrar las divisiones inferiores del Real Betis, donde su irrupción fue total al marcar 96 goles en el torneo de Alevines. Desde entonces fue seguido con interés por el Barcelona, el Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Villarreal, aunque terminó en las filas azulgranas de Cataluña.
En 2015, con 11 años, se trasladó con su familia a Barcelona. Primero vivieron en un apartamento en las Ramblas, pero luego se instaló en La Masía, junto con otras jóvenes promesas del club, mientras formaba parte de la categoría “Alevines A”. En septiembre de 2020 ya jugaba en el “Juvenil A”, cuyo entrenador, Franc Artiga, lo consideró “un superdotado”. Fue cuando firmó su primer contrato profesional.
Derecho, y con 1.73 metro de estatura, una de sus características es la habilidad para manejar las dos piernas, para dar pases con claridad a sus compañeros y eso le permite jugar en cualquier posición en la mitad de la cancha, e incluso como mediapunta, por detrás de los delanteros.
En la temporada 2020/21 había llegado ya a jugar dos partidos con el Barcelona B en Segunda B (Tercera española) cuando Francesc Xavier García Pimienta lo convocó desde el Juvenil A. Y así fue como debutó en el segundo equipo azulgrana a los 16 años en febrero de 2021 ante el Espanyol B y cinco meses más tarde ya se encontraba de pretemporada con los mayores, y con un gran inicio en un amistoso contra el Stuttgart, después del cual ya comenzaron las comparaciones con Xavi Hernández.
Pero esto no fue todo. En su vertiginosa carrera durante 2021, fue convocado por Luis Enrique para integrar la selección española en el Final Four de la Liga de las Naciones de la UEFA en Italia. De esta forma, con apenas siete partidos en el primer equipo del Barcelona (cinco de Liga española y dos de Champions League), Gavi llegó con 17 años a la selección mayor española.
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