“Estuve muerto seis minutos”: la confesión de Barrichello sobre el brutal choque en Imola, dos días antes de la tragedia de Senna

Luego de dos años, Rubens Barrichello se despidió del automovilismo argentino, donde estuvo complicado para poder competir a causa de las restricciones por la pandemia de COVID-19. A sus casi 50 años (nació el 23 de mayo de 1972), el brasileño se muestra muy vigente y ganó en las dos categorías donde compitió en nuestro país, el Súper TC 2000 y el Top Race. Se lo ve con las mismas ganas de hace dos décadas, cuando era una de las figuras de la Fórmula 1, y en su etapa en Ferrari estuvo a la sombra de Michael Schumacher y fue subcampeón mundial en 2002 y 2004.

Rubinho es el segundo piloto con más carreras en la historia en la Máxima con 322 Grandes Premios corridos detrás de Kimi Räikkönen (352) quien acaba de retirarse el domingo pasado. El paulista se convirtió en uno de los referentes del automovilismo del vecino país y luego de muerte de Ayrton Senna tuvo la pesada mochila de ser el “heredero” del recordado tricampeón mundial (1988, 1990 y 1991). Justamente, 48 horas antes de su muerte en el fatídico GP de San Marino de 1994, Barrichello tuvo un terrible accidente en el que admite “morí por seis minutos”.

Barrichello compitió en la Argentina con el equipo Toyota Gazoo Racing. En una pausa de la actividad en la última fecha del Súper TC 2000 en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, el veterano piloto aceptó el mano a mano con Infobae en el Toyota Garage, donde los corredores de la marca suelen almorzar, tomarse un descanso o también atender a la prensa. Con su amabilidad de siempre concedió unos minutos para hablar sobre diversos temas.

Sobre por qué se aleja del automovilismo argentino, explica que “la pandemia este año siempre fue una pena porque no pude estar una vez por mes acá y hacer las carreras. Pero el año pasado fue muy duro porque vi poco a mis hijos, pues el campeonato acá no se acabó, siguió en diciembre y terminó en febrero. Después la pandemia se puso más dura. No pude estar con mi hijo Eduardo muchas veces, quien está corriendo en Europa. Fue muy complicado. Si usted se va a Suiza, tiene la vacuna y entra. Vas a otro lugar y capaz que con vacuna tampoco entrás”.

Rubens corrió entre septiembre de 2020 y marzo de 2021 en la Argentina y, cuando volvieron las restricciones para que los extranjeros pudieran ingresar al país, debió ausentarse en la mayor parte del año. Pudo retornar para las últimas tres fechas del Súper TC 2000, pero esa vuelta fue con un dolor de cabeza ya que con todos los papeles y cumpliendo las condiciones estuvo seis horas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

En febrero de 2020, cuando se lo presentó en el Automóvil Club Argentino (ACA), la expectativa fue grande y mucha gente de diversos puntos del país se ilusionó con poder conocer a un referente de la F1 de la era moderna, algo que no fue posible porque luego de la larga pausa por la pandemia primero se restringió el acceso al público y porque el Súper TC 2000 no pudo correr en otras sedes aparte de Buenos Aires y Alta Gracia, en Córdoba. Rubinho se entusiasmó con conocer varios puntos del país, pero recién este año solo agregó Rosario entre sus visitas, cuando regresó en octubre. En el Top Race apenas pudo correr en el escenario porteño.

“Me gustó mucho correr en el Súper TC 2000. El auto es un ‘animal’ con la tracción delantera que yo no tenía nada de experiencia. Estoy orgulloso de ganar carreras acá y hay gente que quizás no tiene idea que el año que viene cumpliré 50 años. Sigo competitivo y eso me da una alegría enorme”, cuenta.

Rubinho pudo conseguir cuatro victorias en el automovilismo argentino, la última fue en Córdoba el 6 de noviembre en el Súper TC 2000, donde también metió un doblete en Buenos Aires en la temporada pasada (29 y 30/11/2020). En ese escenario logró un triunfo en el Top Race (11/10/2020). Entre 2020 y 2021 corrió 33 carreras, 28 en el Súper TC 2000 y 5 en TR V6.

-¿Cómo hiciste para ganar en las dos categorías?

-En el Top Race fue más fácil porque toda mi vida manejé autos con tracción trasera. Lógicamente, sin un auto competitivo no se gana nada. Me adapté mucho al auto del Top Race porque se parece mucho a lo que yo manejé. El auto de tracción delantera (Súper TC 2000) tiene que tener una muy buena puesta a punto porque cuando se pone “de cola es impresionante” (se mueve en la parte trasera). Por ejemplo, en los últimos ensayos previos hice un trompo que pensé que terminaba del lado de tribuna, pero me divierto un montón porque es un auto muy particular. Estoy seguro de que si agarramos a los mejores pilotos del Stock Car (categoría más importante de Brasil) y los ponemos en un auto de estos durante dos horas, van a llorar. Mismo los que manejaron anteriormente como Cacá Bueno, el auto actual tiene una particularidad aerodinámica muy fuerte.

-¿Qué te pareció el nivel general de los pilotos argentinos?

-Es muy fuerte y creo que los argentinos tienen nivel para mucho más. Creo que la situación necesita un poco más de unión argentina, veo mucha pelea, una cosa de acá, otra de allá. El evento es lindo porque se pelea y hay un talento enorme acá en la Argentina, al nivel de los europeos o a nivel mundial, pero para eso se necesita un poco más de unión de la confederación (ACA) y de todos un poco más de unión.

-¿Cuál es el secreto para estar en tan buen nivel con casi 50 años?

-La respuesta es el amor por la velocidad, la voluntad de mejorar y seguramente no pensar en nada más que las carreras. Hablo mucho con el equipo para ver en qué se puede mejorar, me apoyo en mis compañeros de equipo que acá son formidables y manejan muy bien. Aprendí de un lado al otro con ellos y fui mejorando.

-¿Y hasta cuándo vas a seguir corriendo?

-Hasta cuando tenga la mentalidad y el amor por esto.

-¿El día de mañana te ves como director de equipo o cómo seguirías vinculado al automovilismo?

-No sé, eso no me gusta tanto; mucha política… A mí me gusta manejar. Por ejemplo, mi hijo Fernando tuvo una prueba con un auto de Fórmula 3 en Brasil y su equipo tiene dos coches así que me llevé el casco y giré con él.

Barrichello vive una etapa en la que disfruta mucho más del automovilismo ya que, como contó, ahora acompaña a sus dos hijos, Eduardo y Fernando. El primero corre en Europa y el segundo está haciendo sus primeras armas en Brasil. Cada vez que habla de ellos se emociona. los ayuda en todo lo que puede para que ambos puedan llegar lo más lejos posible. “Dudu (Eduardo) tiene 20 años y está en la Fórmula Regional en Europa, que es como la Fórmula Renault del pasado. Y Fernando se está iniciando en la Fórmula 4 de Brasil. Vamos a ver, yo puedo abrir puertas, pero no puedo mantenerlas abiertas y eso es lo que les digo siempre a ellos. Tienen que luchar mucho”, aclara sobre las complicaciones a la hora de conseguir presupuesto, el Talón de Aquiles de este deporte.

Rubens corrió en la F1 entre 1993 y 2011. Fueron 19 temporadas completas y conoce el ambiente como pocos. Está presente en todos los Grandes Premios en su país y cuando puede viaja a presenciar alguna carrera en Europa. Acerca de la rivalidad que tuvieron este año Max Verstappen y Lewis Hamilton sostiene que “fue muy buena la lucha entre ambos y muy linda para ver. Un mes antes de la definición estábamos seguros que Verstappen le ganaba fácil. Pero en las últimas carreras Hamilton estuvo muy bien y en el final llegaron 50 por ciento para cada uno. Ambos lo merecieron”.

Al preguntarle por Michael Schumacher respondió que “hablaré de él en mi libro”. Una vez terminada la nota se le preguntó por su libro y dijo que es una idea que le gustaría concretar y confesó que prefiere evitar referirse a Schumi debido a tergiversaciones -según él- que tuvo de algunas de sus declaraciones. “Algunos me traducen mal y no quiero tener problemas”, aclaró. En diciembre de 2019 trascendió una frase suya sobre el Kaiser en el podcast oficial de la F1, Beyond The Grid: “Nunca fue solidario, nunca ayudó”. En febrero de 2020 cuando Infobae lo entrevistó y le preguntó si era verdad ese testimonio dijo que “no quise decir eso”.

En su momento Barrichello fue considerado en Brasil como el “heredero” de Ayrton Senna, por sus éxitos en las categorías promocionales: fue campeón en la Fórmula Lotus Open (1990) y en la Fórmula 3 Británica (1991). En la segunda categoría el recordado tricampeón mundial también se consagró en 1983. Luego lo aconsejó a Rubens y le dio una mano cuando hizo sus primeras armas en el Viejo Mundo. Se hicieron amigos y como explicará lo llamaba “el jefe”.

-Tras el accidente de San Marino dijiste “que habías vuelto de la muerte”, ¿fue así?

-Si, porque morí seis minutos, no respiraba ni nada. Entonces fue un choque de 90 G. Me pasé un mes sin recordar las cosas. Entonces seguramente, yo visité a la muerte.

-¿Tenés alguna historia con Ayrton que puedas contar, como amigo abajo del auto?

-Era una persona que me ayudó mucho. Mi papá lo llamó una vez, en 1987, para saber en qué equipo podría ir a correr en el campeonato del mundo de karting y fui al DAP, que era el equipo donde corrió él. No era un equipo que estaba al nivel, completo, alto, pero fue Ayrton el que llamó (al equipo de karting). Nosotros teníamos siempre una relación muy buena. Al principio de 1993 cuando estaba él estábamos siempre juntos y yo lo llamaba “el jefe” porque era formidable.

-¿Sentiste mucha presión cuando él lamentablemente falleció? Fuiste como su heredero, ¿fue muy fuerte para vos?

-Seguramente.

-¿Y cómo lo manejaste?

-Como en la vida. Se aprende todos los días, con los errores, con la gratitud de crecer de los errores. Fue una cosa que debería pasar y por eso tengo gratitud también por los problemas.

-¿Qué tendría que cambiar la F1 para ser mejor?

-Nada, para mí este año fue el mejor de los últimos diez.

-¿Por qué hace tres años que Brasil no tiene pilotos en la F1?

-Creo que por algo parecido a lo que hablé de Argentina, de falta de unión. Brasil siempre tuvo pilotos extraordinarios como Senna, Piquet y Emerson. Más recientemente estuve yo y Massa. Pensamos que los pilotos se pueden irse y estar siempre allá en la F1, pero debemos pensar en la parte inicial. Hace mucho tiempo que no tenemos una Fórmula 4, que recién tendremos otra vez el año que viene. Esto porque uno debe salir de Brasil y tiene que estar preparado, o por lo menos con alguna idea para llegar a Europa o a Estados Unidos o donde sea. Entonces para mí fue un momento en el que no se pensó en nada, “tranquilos, somos brasileños, está todo bien” y después se paró la posibilidad.

Concluyó el tiempo disponible y Rubens se subió a su Toyota Corolla para seguir con la actividad. En 2022 espera poder regresar a la Argentina como invitado para alguna carrera y también lo anhela el público local, ya que tener a un ex F1 que corrió más de 300 Grandes Premios no es poca cosa.

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