Las corridas de toros escriben un capítulo más en el debate sobre su legalidad en México, pues en esta ocasión, la capital del país es la que ha movido ficha para intentar erradicar este espectáculo taurino mediante la Comisión de Bienestar Animal, quienes aprobaron en el congreso de la Ciudad de México una iniciativa para poner fin a este tipo de eventos masivos.
Con multas de casi 5 millones de pesos para quienes organicen corridas en la ciudad, la reforma a la ley de protección animal deberá obtener una mayoría en el pleno en las próximas semanas para poner punto final a la tauromaquia en la capital mexicana, por lo que distintas opiniones se han desatado al respecto.
Una de los principales voces consultadas es la de Antonio Cosío Pando, hijo del dueño de la Plaza de Toros México y del Estadio Azul, Antonio Cosío Ariño, quien afirmó para Forbes México que en caso de aprobar esta iniciativa, el toro de lidia podría desaparecer.
El toro de lidia también es conocido como toro bravo y es estrictamente seleccionado y desarrollado para participar en espectáculos taurinos, con las corridas de toros como principal objetivo, pues vienen de una estirpe de toros agresivos que puedan ofrecer mayor atractivo en cada evento.
Este tipo de bovino es el que estaría en riesgo, pues la reforma “acabará con el toro de lidia” y además trastocaría el empleo de cientos de personas que dependen de este tipo de crianzas, de acuerdo con Cosío Pando.
“Esperemos que por el bien de la raza del toro de lidia se mantenga, es una decisión controversial que acabaría con una raza de esta manera”, señaló para Forbes México, en una declaración con la intención de vislumbrar algunos daños colaterales que tendría la aprobación de la iniciativa.
En México hay 259 ganaderías afiliadas a la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia (ANCTL), que tiene 91 años de existencia. Las crianzas se encuentran repartidas en 24 estados del país y representan un importante impulso económico para los que se dedican a este negocio.
“Por supuesto (que la iniciativa pega en toda la industria). A los toreros, ganaderos, alguaciles y hay un mundo de personas alrededor de este arte y cultura, que acabarían con ellos”, afirmó Antonio Cosío, quien puso a la Ciudad de México como punto clave en la preservación de las ganaderías para el toro de lidia.
De acuerdo con cifras de la ANCTL, la industria ganadera de toros genera 80.000 empleos directos y 146.000 indirectos; por lo que su abolición en la Ciudad de México podría no ser definitiva para el resto del país, en especial por su importancia en otros estados.
En México, solamente cuatro estados tienen prohibidas las corridas de toros: Coahuila, Guerrero, Sonora y Quintana Roo. Además, en algunos municipios de Veracruz, Michoacán, Estado de México y Nuevo León también tienen restricciones respecto a la fiesta taurina.
La República Mexicana es el segundo país con mayor número de plazas de toros alrededor del mundo e incluso en estados como Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Querétaro y Tlaxcala, la tauromaquia es considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial, por lo que el debate contra esta tradición seguirá tras la resolución de esta iniciativa.
El pasado 9 de septiembre del presente año se presentó la iniciativa por parte de Jorge Gaviño, Vicecoordinador de la bancada del PRD. En ella se estipuló la intención de prohibir “espectáculos públicos en los que los animales sean objeto de actos de maltrato y crueldad que deriven en su muerte”.
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