El duelo entre los New Orleans Pelicans y el Oklahoma City Thunder era, en la previa, uno de los partidos menos atractivos en una nueva jornada de la temporada regular de la NBA ya que se enfrentaban los peores dos equipos de la Conferencia Oeste. Pero el final del juego cambió todos los pronósticos y se convirtió en una definición épica que quedará en la historia de la mejor liga de básquet del mundo.
Con 4.5 segundos para el cierre, la visita tenía ventaja de tres puntos (110-107) hasta que la estrella del Thunder, Shai Gilgeous-Alexander, anotó un triple de más de 9 metros para igualar las acciones. Pero mientras los jugadores de Oklahoma festejaban y las imágenes de la transmisión tomaban a los fanáticos, lo mejor todavía estaba por suceder en el Chesapeake Energy Arena.
Sin tiempos muertos para diseñar una jugada, los Pelicans sacaron del fondo de la cancha. Josh Hart le dio el balón a Devonte’ Graham cuando restaban 1.4 segundos, el base tomó la pelota y desde unos 19 metros, lanzó el tiro. El esférico recorrió toda la cancha, pegó en el tablero y se metió en el aro. La jugada generó la reacción de todo el banco de suplentes de New Orleans, que saltó al parquet para celebrar con el héroe de una noche histórica en la NBA.
Según indicó Second Spectrum, la empresa encargada de hacer un seguimiento de los datos oficial de la liga, el lanzamiento de Graham se realizó a unos 64.2 pies, o sea, a más de 19.5 metros de distancia del tablero, lo que le dio apenas un 3.5 por ciento de chances de encestarlo. De esta forma, anotó el triple de mayor distancia para ganar un partido en toda la historia de la competición al superar al conseguido por Abdul-Rauf en 1992 (17 metros).
“Cuando estaba en Kansas practicaba lanzamientos desde la mitad de cancha, en partidos, prácticas. Para mí era un juego, no pensaba que estaría en una situación como esta. Terminó dando sus frutos”, fueron las palabras del protagonista de la velada, que anotó su primer tiro ganador en su carrera en la NBA. Graham, de 26 años, viene de jugar durante sus primeras tres temporadas en los Charlotte Hornets.
“Mi abuela, mi mamá o alguien estará entusiasmado por tenerla”, agregó entre risas en relación a quién de su familia se quedará con la pelota que marcó un hito. El base anotó 15 puntos, repartió 8 asistencias y tomó 4 rebotes para los Pelicans, que ganaron su noveno partido en la actual campaña de la NBA en la que suman 21 derrotas.
Brandon Ingram, con 34 puntos, fue el máximo anotador para New Orleans. Por su parte, el canadiense Gilgeous-Alexander sumó 33 tantos para el City Thunder, que tiene marca de 8 victorias y 19 caídas en lo que va de la fase regular.
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