El estadio Jalisco fue testigo de una de las hazañas más relevantes en la historia del conjunto de Atlas, los rojinegros lograron acabar con la sequía de 70 años sin levantar un título de campeón en la Liga Mexicana. El pasado domingo 12 de diciembre cumplieron el sueño de miles de fanáticos, entre ellos el de cronista deportivo Enrique Bermúdez de la Serna.
Mejor conocido como el Perro Bermúdez, el cronista de TUDN se encargó de protagonizar una de las narraciones más emotivas del fútbol mexicano, pues no sólo narró la final del Grita México Apertura 2021, sino que vio al equipo de sus amores coronarse monarcas después de siete décadas.
Como parte de la narración en vivo del partido, Enrique Bermúdez junto con Francisco Kikín Fonseca, Pedro Antonio Flores y Hugo Salcedo llevaron la narraciones a los fanáticos que sintonizaron su señal. Cuando los 90 minutos no definieron un campeón de la liga, la voz del Perro dio para seguir narrando los tiempos extra.
Conforme los minutos pasaron y ningún equipo logró finiquitar el juego se llegó a la instancia de los penales. Entre el nerviosismo y el trabajo, Enrique Bermúdez protagonizó una narración que será recordada por diferentes aficionados. Con cada penal anotado, se escuchaba a un Perro Bermúdez nervioso.
Pero cuando Julio César Furch tiró el penal decisivo, la voz del cronista de 71 años explotó de júbilo, y compartió su emoción ante los micrófonos de la televisora:
“¡Gooool! ¡El Atlas!, ¡Atlas!, ¡Atlas es campeón del fútbol mexicano; cuántas gentes murieron, cuántos millones no te vieron campeón desde 1951, cuánta gente; cuántos apodos, fuiste ‘las margaritas’, ‘los amigos del balón’, ‘La academia’ y ahora ‘la Furia’. Atlas es campeón del fútbol mexicano”
Mientras los televidentes gritaron a la par que los festejos del Perro, sólo quienes estaban junto a él vieron su reacción al gol de Furch. Pero más tarde, TUDN se encargó de difundir las imágenes de cómo el cronista deportivo vivió la anotación del triunfo y la victoria de su equipo.
Mientras Furch se preparaba en la cancha para cobrar el penal, Enrique Bermúdez se puso de pie para no perder ningún detalle de la jugada. Con micrófono en mano y muy atento a la cancha, describió el cobro del jugador argentino; en cuanto cayó la anotación, agitó su otra mano y con puño firme la agitó como sinónimo de felicidad.
No dejó de narrar la hazaña que su club había logrado. Cuando tomó asiento y terminó su intervención en la transmisión, volteó a ver a la afición y con una sonrisa en el rostro, agitó ambos brazos. Volvió a levantarse de su asiento y se puso en el papel de fanático.
Sus ojos reflejaron algunas lágrimas cuando el sonido local puso la canción We are the Champions; todos los fanáticos entonaron el coro a la par que el Perro Bermúdez. Para finalizar el momento de alegría, el estadio convocó a los aficionado a entonar el grito de “¡Atlas!” y cuando volvió a retumbar el Estadio Jalisco, Enrique no contuvo la emoción y se reflejó su rostro conmovido.
Los fanáticos de Atlas que estaban muy cerca de la zona de prensa vieron la alegría del narrador deportivo y de inmediato empezaron a corear su nombre. Enrique llevaba una bandera de Atlas y la sacó para presumir su pasión por los colores rojinegros. Ante el público que aclamaba su nombre, besó la bandera y se llevó algunos aplausos de los fanáticos.
Días previos a la gran final el Perro Bermúdez apostó que si su equipo se hacía campeón, se pintaría el escudo en la cabeza. Y cuando cayó la segunda estrella de los tapatíos, afirmó que lo cumpliría.
SEGUIR LEYENDO: