Este miércoles la WTA, el organismo que rige el tenis femenino, anunció la cancelación de todos sus torneos en China hasta que no se aclare la situación de Peng Shuai, la deportista que estuvo varios días desaparecida de la escena pública después de haber denunciado abusos sexuales por parte de un ex vicepimer ministro de su país.
“A los funcionarios chinos se les ha brindado la oportunidad de poner fin a esta censura, demostrar de manera verificable que Peng es libre y puede hablar sin interferencia o intimidación, e investigar la acusación de agresión sexual de manera completa, justa y transparente. Desafortunadamente, el liderazgo de China no ha abordado este tema tan grave de manera creíble”, señala el comunicado emitido desde el ente firmado por su presidente, Steve Simon.
“Si bien ahora sabemos dónde está Peng, tengo serias dudas de que sea libre, segura y no sujeta a censura, coerción e intimidación. La WTA ha sido clara sobre lo que se necesita aquí, y repetimos nuestro llamado a una investigación completa y transparente, sin censura, sobre la acusación de agresión sexual de Peng Shuai”, señala el escrito, que continúa: “Nada de esto es aceptable ni puede volverse aceptable. Si las personas poderosas pueden reprimir las voces de las mujeres y barrer las acusaciones de agresión sexual bajo la alfombra, entonces la base sobre la que se fundó la WTA, la igualdad para las mujeres, sufriría un inmenso revés. No dejaré ni puedo permitir que eso le pase a la WTA y sus jugadores”.
Simon anunció entonces de manera inmediata la suspensión de todos los torneos del circuito de tenis femeninos que están programados para celebrarse en territorio chino: “No veo cómo puedo pedirles a nuestros atletas que compitan allí cuando a Peng Shuai no se le permite comunicarse libremente y aparentemente ha sido presionada para contradecir su acusación de agresión sexual. Dado el estado actual de las cosas, también estoy muy preocupado por los riesgos que todos nuestros jugadores y personal podrían enfrentar si tuviéramos que realizar eventos en China en 2022″.
Por último, pidió a las autoridades de la nación asiática escuchar sus reclamos y tomar medidas para solucionar este problema. Mientras tanto, la WTA entiende que es un riesgo que jugadores y personal viajen a China.
La campeona de dobles en Roland Garros 2014 publicó a principios de noviembre en la red social china Weibo un largo mensaje sobre los abusos que había sufrido por parte del ex viceprimer ministro Zhang Gaoli, de 75 años. En este texto en forma de carta abierta, rápidamente censurado, Shuai denunció que la había forzado a una relación sexual hace tres años.
Después, desapareció totalmente de las redes sociales durante varios días. La ONU, varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos, Francia o Reino Unido, y numerosos tenistas de renombre mundial, desde Chris Evert a Novak Djokovic, pidieron a China que diera explicaciones sobre su paradero y estado de salud.
Finalmente, la tenista reapareció el pasado fin de semana en un torneo de tenis organizado en Pekín y en un restaurante, en imágenes difundidas por los medios oficiales chinos y habló con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, por videoconferencia. En esa charla, la deportista explicó que estaba “sana y salva en su casa de Pekín, pero que quería que su vida privada fuera respetada”. Algo que no dejó tranquilo a la WTA.
Por su parte, la Unión Europea también pidió el martes a Pekín que muestre pruebas del estado de Peng Shuai, sumándose a la preocupación internacional por su suerte desde que denunció una agresión sexual por parte de un ex alto funcionario chino. El bloque también instó a las autoridades chinas a llevar a cabo una “investigación completa, justa y transparente sobre sus acusaciones de agresión sexual”.
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Con información de AFP