Ricardo Gareca brindó una entrevista televisiva e hizo un repaso de toda su carrera como futbolista y entrenador, donde actualmente lo tiene al frente de la selección de Perú. El Tigre tuvo un gran paso en el fútbol colombiano, donde se desempeñó como delantero del América de Cali entre 1985 y 1987, mientras que en 1992 defendió los colores del Atlético Nacional.
Sin embargo, su primera y exitosa estadía en Colombia pudo haberse empañado a raíz del narcotráfico que reinaba en ese entonces y que tenía a Pablo Escobar como su cara más visible. Más de dos décadas después, Gareca supo en voz de uno de sus sicarios, que figuraba en la lista negra del temido narcotraficante.
“Y sí, Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar”, fue la escalofriante revelación la hizo Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, uno de los más temidos sicarios de la estructura criminal del Cártel de Medellín. En octubre de 2018, el criminal concedió una entrevista al diario El Popular, de Perú, en el que contó que habían ideado poner un coche bomba a algunos jugadores de fútbol del América de Cali, donde el Tigre, hoy entrenador de la Selección de Perú, se desempeñó entre 1985 y 1989, antes de su regreso a la Argentina, para desarrollar sus últimos años de carrera en Vélez Sarsfield y River Plate.
Popeye contó sobre Escobar: “Era hincha del Deportivo Independiente de Medellín (DIM). De la gente pobre, trabajadora y humilde. Pero cuando Atlético Nacional jugaba en la Copa Libertadores, todos los colombianos éramos hinchas de ese equipo”, reconoció. Y también develó que el narcotraficante seguía de cerca a todos los jugadores del América de Cali: “Estábamos en guerra. Incluso secuestró a jugadores de Cali para que entregaran a los Rodríguez (Ndr: en referencia a los hermanos Gilberto Rodríguez Orejuela y Miguel Rodríguez Orejuela) y, como no cooperaron, mataron a la familia de Pedro Enrique Sarmiento, quien actualmente es un técnico exitoso, pero no cooperó”.
“¿Gareca estuvo en la mira de Escobar?”, le preguntaron puntualmente en ese entonces. “Y sí, Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar; sin embargo, no llegaron a él. El amor por el fútbol del Patrón salvó a Ricardo Gareca, pues a él y a los otros jugadores de América de Cali se les contempló colocarles un carro bomba, ya que el Cártel de Cali le colocó un carro bomba a la familia de Pablo”.
Ricardo Gareca habló en los estudios de ESPN sobre esta temida confesión. “Me enteré con el tiempo porque lo dijo Popeye, un sicario de la épica de Pablo Escobar. Me llegó una información a mí, porque yo no tengo redes sociales, a través de WhatsApp, sobre un comentario suyo que decía que me tenía en el listado”.
El Tigre contó que no estaba al tanto en ese entonces sobre esta intención de Pablo Escobar de querer matarlo, pero sí se refirió a la rivalidad que reinaba entre los clubes más populares de Colombia: “Yo estaba en un desconocimiento total, en aquel momento eran muy normales las rivalidades pero después cuando estalló el real problema yo ya me vengo (a la Argentina)”.
Y agregó: “En realidad, cuando yo me vengo estalla todo ese problema de los cárteles. Mientras estaba yo eran rivalidades, cada cártel tenía un equipo y a partir de ahí es lo que yo sabía y tenía conocimiento. Después, estalla ese probelma y se hizo más grave. Eso lo contó popeye y yo estaba en desconocimiento”.
Un día después de aquella escalofriante revelación de Popeye el 9 de octubre de 2018, Gareca fue consultado y en una conferencia de prensa previa del partido entre la selección de Perú y el combinado de Chile en Estados Unidos, el Tigre se refirió a los dichos de Jhon Jairo Velásquez Vásquez.
“Son cosas que la verdad no tengo respuesta porque si yo tengo que hablar de Colombia… he pasado años sensacionales en mi vida y esas son cosas que salen después de 25 años y yo no tenía ninguna clase de conocimiento y no tengo ninguna clase de conocimiento”, explicó.
Gareca jugó en el América de Cali entre 1985 y 1989, etapa en la que marcó 57 goles en 118 partidos y ganó dos títulos de Primera División (85 y 86). Luego, en 2005, estuvo una temporada al frente del equipo como entrenador. Incluso, tras el final del Mundial de Rusia 2018 había sido nombrado como posible candidato de la selección de Colombia en reemplazo de su compatriota José Néstor Pekerman.
Mafia y fútbol
Velásquez, quien a pedido de Pablo Escobar asesinó, entre tantos, a su propia novia, se refirió a la intromisión del narcotráfico en el fútbol. "La mafia dañó mucho al fútbol colombiano. Pablo Escobar tenía el control de DIM, el Nacional, así como Gonzalo Rodríguez Gacha, socio del Patrón, tenía al Millonarios; los hermanos Gaviria, al América de Cali, pero todos hicieron que el fútbol fracasara. Ahora Atlético está con la marca Postobón, Millonarios con accionistas industriales de Bogotá, y América de Cali, con empresarios".
"Secuestraban a jugadores, compraban a los árbitros, negociaban partidos", le apuntaron, afirmación de la que Popeye no renegó: "Pablo Escobar, los Rodríguez, Gonzalo Rodríguez Gacha, todos compraban árbitros. En Colombia había mafia en el fútbol".
Al margen de las cuestiones futbolísticas, Popeye, quien murió en febrero de 2020, respondió sobre si se arrepentía de haber sido un sicario. “Yo le fui leal a Pablo Escobar. Tenía carros, caballos, todo, pero perdí mi juventud en los calabozos. Por eso trato de decirles a los jóvenes que la juventud es el más grande tesoro”.
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