El Piojo Herrera se ha convertido en uno de los técnicos más controversiales dentro del fútbol mexicano. Su carácter y estilo dentro de los banquillos lo han caracterizado. Sin embargo, no es nuevo el estilo del técnico felino, pues desde que se mantenía activo como futbolista, era reconocido por sus particularidades dentro y fuera del rectángulo verde.
Corría el 8 de septiembre del 2002 cuando América visitó a los Potros de Hierro del Atlante en la Ciudad Nezahualcóyotl. En aquel entonces, el Atlante contaba con la presencia de Miguel Herrera en su banquillo y la figura chilena de Fabián Estay en el campo.
Sin embargo, aquella tarde en el mítico estadio que vio brillar al Piojo en sus años como futbolista de Toros Neza, ahora vería caer al equipo de los Potros a manos del América, equipo que venía de convertirse en campeón el semestre anterior y que contaba con figuras de la talla de Cuauhtémoc Blanco, Iván Zamorano, Germán Villa y Adolfo Ríos. Miguel Herrera, como técnico de los equinos fue uno de los más desesperados en el costado de la cancha.
“No hace falta decir mucho para presumir lo que pasó en la cancha. América parecía un expreso; Atlante no podía competir a ese nivel. Miguel Herrera, una vez campeón azulgrana y una vez subcampeón con Neza vivió mejor que nadie la sufrida derrota”, así inició David Faitelson la crónica que tendría como protagonista al técnico que en la actualidad es semifinalista del fútbol mexicano y que en ese momento se encontraba en su primer trabajo como estratega.
Las instrucciones hacia sus dirigidos no se hicieron esperar después del silbatazo inicial, la estrategias tácticas y reclamos en contra de la cuarteta arbitral era como el Piojo se encontraba viviendo aquel encuentro.
“De todo chilla, de todo chilla, ese. Todo le marcan”, sentenció el ex director técnico de la Selección Mexicana cuando marcaron una falta cometida sobre Cuauhtémoc Blanco.
Desgraciadamente, en aquella ocasión, las Águilas terminaron pasándole por encima al conjunto dirigido por Herrera con un marcador final de 1-4. Algo que le comenzaba a costar trabajo a los azulgranas, por el mal inicio de torneo por el cuál estaban atravesando.
Curiosamente, 10 años después de aquel descalabro, el Piojo se convirtió en el timonel del equipo de Coapa, lugar en el que acumuló buenas estadísticas, así como el recordado título de Liga conseguido frente a Cruz Azul. Luego de un paso por la Selección Mexicana, Herrera volvió con las Águilas y consiguió un par de títulos más. Su peor enemigo se convirtió en su mejor aliado tiempo después.
Casi 20 años después de aquella goleada en Neza, Miguel Herrera comanda a los Tigres de la UANL y está por disputar las semifinales del futbol mexicano. El cuadro de Nuevo León se mantuvo dentro de los mejores puestos a lo largo de la competencia mexicana y ahora mantiene la etiqueta de equipo a vencer.
Los felinos tendrán que verse las caras contra León. La ida se disputará el 1 de diciembre desde la cancha de León en Guanajuato y la vuelta será el 4 del mismo mes en la cancha del Volcán.
La otra semifinal estará siendo disputada entre los Pumas de la UNAM y el Atlas. La ida será desde Ciudad Universitaria el 2 de diciembre, y la vuelta se definirá desde la cancha del Estadio Jalisco.
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