Pese a la difusión de algunos videos desconcertantes y su videollamada con el Comité Olímpico Internacional, la Asociación Femenina de Tenis (WTA, por sus siglas en inglés) todavía sigue “profundamente preocupada” por la estrella del tenis china Peng Shuai, cuyo paradero no está claro y, además, consideran que no se comunica de forma genuina cuando responde a través de correos electrónicos.
Steve Simon, director ejecutivo de la WTA, dijo en declaraciones a la CNN que ha intentado comunicarse con Peng por distintas vías de comunicación, incluidos dos emails “a los que estaba claro que sus respuestas fueron influenciadas por otros”. Es por eso que Simon ha decidido no volver a enviar correos hasta que esté seguro de que “sus respuestas eran suyas y no las de sus censores”.
Por otra parte, en comunicación con la AFP, un portavoz de la WTA no quiso hacer comentarios sobre una información de la BBC, basada en declaraciones de un “amigo” de Peng Shuai, según las cual ella habría enviado un email a Simon, agradeciéndole su preocupación, pero pidiéndole que no intervenga y la deje “tranquila”.
“La WTA sigue preocupada por su capacidad para comunicarse libre, abierta y directamente”, concluye el comunicado de Simon, quien insiste en que Shuai, una de las estrellas deportivas más reconocidas de China, está desaparecida desde que acusó públicamente al ex viceprimer ministro Zhang Gaoli de obligarla a tener relaciones sexuales en su casa.
La deportista de 35 años, campeona de dobles en Roland Garros en 2014, denunció a principios de noviembre en la red social china Weibo que Zhang Gaoli, de 75 años, la forzó a tener relaciones sexuales hace tres años, cuando todavía ejercía su cargo en el gobierno. Tras esa publicación que generó un escándalo mundial, desapareció totalmente de las redes sociales durante varios días.
Después de que numerosos tenistas de renombre mundial, como Chris Evert, Naomi Osaka o Novak Djokovic, alzaron su voz y pidieron explicaciones sobre su paradero, aparecieron algunas imágenes de Shuai en un torneo de tenis organizado en Pekín, como también en un restaurante. Aunque esas imágenes difundidas por los medios oficiales chinos, como también su charla con Thomas Bach, presidente del COI, no convencen a la WTA.
Dick Pound, miembro del COI, le dijo a CNN que estaba “desconcertado” por la reacción a la videollamada entre Peng y Bach. “Básicamente, mucha gente en todo el mundo estaba buscando ver qué le sucedió a Peng Shuai y nadie pudo establecer contacto. Solo el COI pudo hacerlo. La encontraron en buen estado de salud y de buen humor y no vieron evidencia de confinamiento ni nada por el estilo”, comentó Pound.
Pero la organización Human Rights Watch (HRW) ha criticado el papel del COI en la colaboración con las autoridades chinas en la reaparición de Peng Shuai.
“Es un orden de magnitud completamente diferente ver a Thomas Bach, en una fotografía con una mujer, Peng Shuai, bajo una intensa presión, podemos asumir razonablemente a partir de otros casos, retroceder sus afirmaciones de agresión sexual, en lugar de pensar en hacer todo en su poder y el de la organización para denunciarlo y asegurarse de que se le brinde el apoyo, la investigación y el enjuiciamiento que bien pueden estar justificados”, dijo Sophie Richardson, directora de HRW China.
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